breviario pascual

Puf, días caseros y de mucho provecho. Leído por fin (tras algún tropezón circunstancial) el Emperor de Stephen Baxter, que me ha parecido brillante y muy entretenido. Me ha llamado la atención que, como hiciera ya Asimov hace tantos años y de otra manera, haya planteado un cierto paralelismo entre esta aventura romana a vuelo de pájaro y su saga galáctica paralela: el funcionamiento de retroalimentación de imperios expansionistas, esas cosas.

Vistas dos películas estimulantes y opuestas: En tierra hostil, premiada y fibrosa (excelente Bigelow, aunque sí es cierto que cerca del final pierde fuelle, pero eso no quita), y una joyita de la BBC titulada Framed, sobre el arte y la vida y un pueblito galés y qué quieren que les cuente más si con decir que me recordó a viejos títulos de la Ealing les digo ya más que suficiente. (Películas opuestas, porque lo que en una no se entiende sin la forma y es esa manera de rodar particular la que justifica y sostiene el producto, en la otra es fundamental y se sostiene por sí mismo: hablo de guión, de historia y personajes, de la peripecia en sí. Películas opuestas y válidas, brillantes ambas. Dos maneras de ver el oficio.)

Vistas también nuevas entregas de Modern Family, hilarantes: de las series nuevas, quizá la que más disfruto hoy por hoy. (De las que he visto, claro...)



Y los deberes sin hacer, eso sí... pero queda tiempo.