martes, 10 de enero de 2006

más papel


Los compré hace unas semanas, antes justo de las vacaciones. Hasta hoy, entre unas cosas y otras, no los he traído a casa.


Primero, una novela que me ha llamado la atención. La edición es de 1962, y conozco el argumento porque hay una película reciente, protagonizada por Julianne Moore y Ralph Fiennes, que lo adapta, El fin del romance; una película sobria y muy sensual, con momentos tremendos de tensión erótica y una atmósfera muy peculiar, melancólica y amarga.





Y luego, ya ven, otro de esos caprichos que a uno lo asaltan a veces. En edición lamentable de 1969 y con esta portada tan pop.


En lo que respecta al día, ya se imaginarán: reencuentros agradables, los primeros sustos, empezar a recuperar las rutinas...

7 comentarios:

  1. Anónimo08:46

    Buenas señor Naranjo,
    Le doy toda la razón con lo de la versión cinematográfica de "El fin del romance"

    Neil Jordan es, sin duda, uno de los grandes directores/escritores del cine actual.

    Solo hay que echarle un vistazo, además de la ya mencionada, a films como "Mona Lisa", "Juego de Lagrimas" o "The Butcher Boy".

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  2. Anónimo11:44

    La novela, Don F, le gustará siempre que la lea en clave católica .GG no era eclesial, ni clerical,ni beatorrillo, ni superficial.
    Su catolicismo era sincero, intenso y humano; y es, el conflicto hombre/moralidad tema central de sus obras.
    Además era un enorme novelista lacónico, exacto e intenso.
    Le gustará, y mucho.
    Se lo dice un ateo.

    luisdeluis

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  3. Tomo nota, don Luis. Y le agradezco el comentario... Dejo el libro a mano, pues. Bien a mano.

    (Ah, Norman... era de Jordan, sí: no estaba del todo seguro. Un tipo curioso, sí... capaz de lo mejor y lo muy discutible. Aquí estuvo más que bien...)

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  4. Anónimo13:41

    Concretamente a esa novela... no le aplicaría yo lo deol filtro católico que propone el compa Luisdesímismo.

    De hecho, el Latinoaméríca se tradujo como "El final de la trama"; cosa que, en su momento, me pareció acertada: entraba a catalogar el conflicto "escénico" que sufre el prota.

    Me parece.
    --

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  5. Anónimo14:25

    Si Don J pero el filtro católico (la promesa y compromiso a honrar con el Dios católico) es esencial para entender el conflicto del prota al abandonar, sin ceder, a la amada.

    Su razonamientos, dudas y aceptación de las exigencias del Dios católico, hacen y cuajan la novela.

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  6. Anónimo21:07

    No sé: no lo veo claro; hablo desde mi mismidad de lectorcete.

    Me he ido a una fuente... y...

    ... tampoco aparece:

    ... cuando Greene habla con el cura español ése, el Leopoldo Durán..., y tampoco.

    Pero, vamos: yo de bautismos sé poco.
    --

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  7. Anónimo10:10

    Ums, yo si lo veo.
    El catolicismo de Greene es, digamos, mítico y realista e individualista; quiero decir, basado en un pacto privado hombre/Dios;acribillado de flaquezas, regado de alcohol y situaciones extremas.

    Distinto de, por poner un par ejemplo, el catolicismo festivo de Chesterton o el atildado y narniano de C.S.Lewis.

    En cuanto a la relación con el padre Durán, cabe echar un ojo a "monseñor Quijote" donde el tio Graham,novela(y claro,recrea) su relación con el clérigo.

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