a vueltas con

Afortunadamente, mientras me recupero de la lectura de Las correcciones (que me ha dejado perplejo, sorprendido, desolado y agotado en muchos sentidos, pero que ha sido una experiencia reveladora, también: tienen ustedes que leerla, todos, sin excepción; no acepto excusas; ya saben, Jonathan Franzen), tengo pequeños oasis de regocijo. Por una parte, el amigo Lorenzo va enviándome las páginas definitivas de nuestra nueva colaboración para Dos Veces Breve; es un gusto, lo bien que han quedado... (Aparecerán, en principio, en el número que se editará para el salón de A Coruña y que se distribuirá no sé bien cuándo, pero imagino que algo después.) Además, gracias a BoingBoing he llegado a esta maravilla: les aconsejo que pinchen el enlace y vean todas las fotografías; ¡yo lo quiero!

Y ha vuelto ya L a trabajar conmigo. La echaba de menos, y tengo ganas de que me cuente. El viernes apenas pude coincidir con ella, pero habrá tiempo a lo largo del mes, antes de mis vacaciones.

Y la segunda temporada de Torchwood mantiene el tono potente de la anterior, así que estoy encantado.

Y he estado recuperando un par de viejos archivos (no tan viejos, en fin: unos meses) a raíz de las páginas de que hablaba más arriba... La experiencia de escribir algo y que luego acabe convertido en otra cosa ahí, ante los propios ojos, producto de lo que imaginaste y de lo que otros añadieron, es adictiva. (Otra cosa es que la pereza lo sea también... ejem...) En cualquier caso, y como decía el estadista legendario, estamos trabajando en ello...