lunes, 31 de diciembre de 2007
friends
Acabo de charlar con el amigo C, en visita relámpago navideña. La cosa va bien, el álbum (lo mejor que ha hecho, dice) parece que está ya a punto de salir del horno y se publicará en unos meses, y me he alegrado mucho: por eso y por lo demás.
Como cuando tropecé el otro día con Calvo, o como cuando la otra noche hablé un ratito con L a la luz amarilla de una farola, es agradable el reencuentro y es agradable, también, saber que les va bien.
Es una buena manera de cerrar el año, ¿no es parece? Saber que a tus amigos les va bien.
Como cuando tropecé el otro día con Calvo, o como cuando la otra noche hablé un ratito con L a la luz amarilla de una farola, es agradable el reencuentro y es agradable, también, saber que les va bien.
Es una buena manera de cerrar el año, ¿no es parece? Saber que a tus amigos les va bien.
azufre
No sorprende escuchar a las jerarquías eclesiales discursos sobre las trompetas del juicio final y la inminencia del apocalipsis ante cualquier avance de la sociedad civil. Así ha sido siempre y está en su naturaleza. Su empeño en erigirse en guardianes de una moral que se empeñan en declarar única y emanada de Dios (su dios, que también consideran único) es comprensible; no lo es tanto su insistencia fanática en aplicar a los demás esa moral, ni su fervor a la hora de condenarnos al infierno y señalarnos como heraldos de todo lo malo por venir.
Sí sorprende (o me sorprende a mí, que a lo mejor peco de ingenuo, a mis años) escucharles declarar que la legislación actual, con temas como la interrupción voluntaria del embarazo, el divorcio, la Educación para la Ciudadanía... puede acabar con la democracia, va contra la Constitución y hasta contra la Declaración de los Derechos Humanos. Y sorprende, o a mí me sorprende, cuando uno recuerda las imágenes del dictador bajo palco, acompañado de la jerarquía católica; el mismo dictador del que tan buen recuerdo insisten en tener y reivindicar determinados políticos de hoy (Fraga, Mayor Oreja...). Sorprende cuando se siguen oficiando misas por su memoria (la del dictador, digo).
(Y no, no voy a hablar de homosexualidad, pederastia, cardenales bocazas y esos muchachitos lascivos que, según parece, es que van provocando... Es demasiado fácil.)
mendoza
Y me levanto con la noticia de que Eduardo Mendoza entrega hoy su última columna en El País. Saber que en unos meses publicará nueva novela no mitiga la sensación de pérdida.
domingo, 30 de diciembre de 2007
30
Leyendo la reseña que de Los príncipes valientes hacía maese Absence me he dado cuenta de hasta qué punto he tenido abandonado este espacio durante los últimos meses. Abandonado, sí. Quizá con una media de entradas más alta que nunca, pero seguro que ustedes me entienden...
(Lo cierto es que este post lo he escrito de cabeza hace ya un buen rato, mientras hacía la comida. Entre los efluvios de la salsa de tomate y el aroma de la ensalada y del vino recién abierto, todo sonaba estupendamente y cada palabra encajaba de manera elegante. Ahora, mientras intento reescribirlo todo en la pantalla, las frases se me van desordenando y se caen, se derrumban sobre sí mismas. No sé...)
Desde el verano, poco más o menos. A raíz de la debacle del anterior ordenador, pero no debido a ello. Quizá ha tenido que ver un cierto hastío, o quizá esa pereza con la que tanto me gusta bromear ha tirado de mí más de lo conveniente. Tampoco la situación en el trabajo ha ayudado a centrarse, desde luego. Lo cierto es que, por una u otra razón (o, más bien, por un cúmulo de ellas), han ido creciendo en número las entradas dedicadas a enlazar a otros o a dar noticia de cosas leídas por ahí, me he aficionado a brujulear un poco a tientas en busca de curiosidades que señalarles o de imágenes que compartir con ustedes, algo que en sí mismo resulta satisfactorio, sí, y hasta estimulante, pero que a mí me ha dejado siempre con un extraño sabor de boca: sabor a quiero y no puedo, por así decir.
Y la tricefalia no ha ayudado, por cierto. Mis otros dos juguetes, Spiff! y CJ, languidecen en un barbecho que las ocasionales actualizaciones no consiguen remediar.
Leer a Absence esta mañana, esa reseña emocionante que no supe escribir yo; haber recuperado hace poco a gente como V o R, recordar que se puede escribir como quien se desnuda... ha supuesto, estos días, un revulsivo, un electroshock que querría definitivo. Es pronto para hacerse con el arsenal de propósitos de año nuevo, y además es una gilipollez, todo el mundo lo sabe, pero a mí me basta con haber sentido ese escalofrío, el vértigo de saberse en el sitio adecuado y estar dilapidando el tiempo a manos llenas.
Lo que viene a querer decir, si alguien necesita un mapa, que se acabaron las vacaciones y aquí se viene a sudar la camiseta, y que habría que ir poniéndose a escribir de una vez...
príncipes ausentes
Absence habla con tino y emoción de, para mí, uno de los libros de este año que se nos muere. Aquí.
Lean su reseña y aprovechen que hoy está todo abierto para echarse a las calles y hacerse con al novela...
sábado, 29 de diciembre de 2007
asombros
Y estos días estoy viendo, del tirón, la tercera temporada de Perdidos. Que, por cierto, me está gustando mucho.
Y es que, por enrevesada que sea, por mucho que los guionistas fuercen la credulidad del espectador... en fin, ¿han leído esto de aquí?
Pues eso.
Y es que, por enrevesada que sea, por mucho que los guionistas fuercen la credulidad del espectador... en fin, ¿han leído esto de aquí?
Pues eso.
de fuera...
Por cierto, que tengo en mi poder el más reciente número de The Comics Journal, que incluye una entrevista con Possy Simmonds (a cargo de Paul Gravett: hay nivel) y recupera unas páginas espectaculares de Otto Soglow.
Y tengo un par de números de Locus. Con entrevistas de enjundia: William Gibson y Kelly Link.
Y dos nuevas entregas de Glister, lo nuevo de Andi Watson.
Buena lectura para terminar el año...
Y tengo un par de números de Locus. Con entrevistas de enjundia: William Gibson y Kelly Link.
Y dos nuevas entregas de Glister, lo nuevo de Andi Watson.
Buena lectura para terminar el año...
los 25 del año
Eso, que el calendario avanza a velocidad de vértigo, y en tres días se nos acaba el año, y es ya tradición... pues eso, lo de las listas... Y yo, que soy cada día más perezoso, me he hecho una a vuelapluma (pero con ayuda, que mi memoria también va a menos), no sé cómo la verán. No sé si es lo mejor que se ha publicado, porque no he leído todo lo publicado. Sí es, de lo leído, lo que mejor sabor de boca me dejó, lo que más me impactó, lo que me llamó la atención, lo que me emocionó, lo que me entusiasmó. Faltan, además, cosas que no he podido leer (ni comprar) todavía; cosas que sé que estarían en esta lista, pero que dejo fuera por coherencia.
He dejado fuera, también, cosas como las ediciones de clásicos de Caldas, que están en mi lista diaria de imprescindibles, o como Snoopy y Carlitos o Krazy Kat de Planeta, porque no los leo en su edición española... pero estarían en cualquier lista de lo que hay que leer. Lo publicado fuera, o lo que no son tebeos... quizá haya tiempo de organizar con todo ello otro listado, pero no puedo asegurar que lo haga. (La pereza, ya saben.)
Y he dejado fuera las revistas, porque las tres que he seguido este año (Humo, El manglar, BDBanda) me han gustado, en general, pero no me parece que sea el formato adecuado para estar en listas de lo mejor o lo peor del año. (Al menos, no me lo parece hoy...) Como he dejado fuera los libros sobre historieta... quizá porque me parece que deberían estar todos, pero todos, en la lista; porque siempre me parecen pocos, y cualquier esfuerzo que se haga, cualquier título, por decepcionante que pueda ser (y alguno hay), merece todo el apoyo posible.
En fin, y vale ya de explicaciones. Aquí está, sin orden ni concierto, lo que este año me ha alegrado la vida de entre lo publicado aquí. Son 25 títulos: no es mala cosecha. Juzguen, si no:
He dejado fuera, también, cosas como las ediciones de clásicos de Caldas, que están en mi lista diaria de imprescindibles, o como Snoopy y Carlitos o Krazy Kat de Planeta, porque no los leo en su edición española... pero estarían en cualquier lista de lo que hay que leer. Lo publicado fuera, o lo que no son tebeos... quizá haya tiempo de organizar con todo ello otro listado, pero no puedo asegurar que lo haga. (La pereza, ya saben.)
Y he dejado fuera las revistas, porque las tres que he seguido este año (Humo, El manglar, BDBanda) me han gustado, en general, pero no me parece que sea el formato adecuado para estar en listas de lo mejor o lo peor del año. (Al menos, no me lo parece hoy...) Como he dejado fuera los libros sobre historieta... quizá porque me parece que deberían estar todos, pero todos, en la lista; porque siempre me parecen pocos, y cualquier esfuerzo que se haga, cualquier título, por decepcionante que pueda ser (y alguno hay), merece todo el apoyo posible.
En fin, y vale ya de explicaciones. Aquí está, sin orden ni concierto, lo que este año me ha alegrado la vida de entre lo publicado aquí. Son 25 títulos: no es mala cosecha. Juzguen, si no:
El martín pescador. Luis Durán. Dolmen.
Los dos integrales de Chaland. Glénat.
Arrugas. Paco Roca. Astiberri.
María y yo. Gallardo. Astiberri.
36-39. Malos tiempos 1. Carlos Giménez. Glénat.
Hyeronimus B. Ulf K. Dibbuks.
Fresa y chocolate 2. Aurélia Aurita. Ponent Mon.
Gus 1. Nathalie. Blain. Norma.
El minúsculo mosquetero 3. Con el amor no se juega. Sfar. Norma.
Diario de un fantasma. De Crécy. Ponent Mon.
Asesinatos victorianos. Rick Geary. Rossell.
Volátil. Luis Durán. De Ponent.
Klezmer 2. Feliz aniversario, Scylla. Sfar. Norma.
El gato del rabino 5. Jerusalén de África. Sfar. Norma.
Ha muerto un hombre. Kris y Étienne Davodeau. Ponent Mon.
S. Gipi. Sinsentido.
Por qué he matado a Pierre. Alfred y Olivier Ka. Ponent Mon.
Abandonos. Andi Watson. Astiberri.
Isaac el pirata 5. Jacques. Blain. Norma.
La voluptuosidad. Blutch. Ponent Mon.
Macanudo 2. Liniers. Random House Mondadori.
La ascensión del Gran Mal 6. David B. Sinsentido.
Estrellitas. Andi Watson. Norma.
La parejita. Cazadores de ofertas. Manel Fontdevila. El Jueves.
La ciudad al atardecer/El país de los cerezos. Fumiyo Kôno. Glénat.
de Persépolis
Buenos días.
Si pinchan aquí podrán leer una reseña entusiasta de Persépolis, publicada en el New York Times. Habla de su austeridad y su poética, de la música de sus actores (aplaude, de hecho, que no se haya doblado al inglés).
Si, además, se animan a pinchar también aquí, podrán escuchar a la señorita Satrapi y su co-director, Vincent Paronnaud, hablar sobre la realización de la película, y contemplarán algunos flecos del proceso de producción...
Si pinchan aquí podrán leer una reseña entusiasta de Persépolis, publicada en el New York Times. Habla de su austeridad y su poética, de la música de sus actores (aplaude, de hecho, que no se haya doblado al inglés).
Si, además, se animan a pinchar también aquí, podrán escuchar a la señorita Satrapi y su co-director, Vincent Paronnaud, hablar sobre la realización de la película, y contemplarán algunos flecos del proceso de producción...
viernes, 28 de diciembre de 2007
jueves, 27 de diciembre de 2007
ralentí
En dique seco durante un día, dos días... efectos secundarios de las fiestas, supongo. Y que no tiene ya uno el estómago que solía tener.
Ay.
Ay.
martes, 25 de diciembre de 2007
navidad
Para entretener este largo día, un par de enlaces, si no les parece mal.
Por una parte, aquí pueden leer una interesante entrevista (en inglés, me temo) con Kim Stanley Robinson, escritor de fuste que lleva un tiempo haciendo una ciencia ficción elegante y compleja, y que ha escrito ya varios libros en torno a la climatología futurible. (Para mí, lo mejor de su cosecha es la trilogía marciana: Marte rojo, Marte verde, Marte azul. Está en castellano, busquen y disfruten.)
Por otra parte, y acá, una bitácora sorprendente y chispeante. (En inglés, también...) Merece la pena que le echen un ojo.
Por una parte, aquí pueden leer una interesante entrevista (en inglés, me temo) con Kim Stanley Robinson, escritor de fuste que lleva un tiempo haciendo una ciencia ficción elegante y compleja, y que ha escrito ya varios libros en torno a la climatología futurible. (Para mí, lo mejor de su cosecha es la trilogía marciana: Marte rojo, Marte verde, Marte azul. Está en castellano, busquen y disfruten.)
Por otra parte, y acá, una bitácora sorprendente y chispeante. (En inglés, también...) Merece la pena que le echen un ojo.
(Ambos enlaces, cortesía de, ya imaginarán, Boing Boing...)
lunes, 24 de diciembre de 2007
radio free
Se felicita un poco por saber de los demás, reanudar contactos, hacer señas desde la playa. Batería de correos electrónicos y esemeses en fechas señaladas, mensajes en minúsculas botellas y a ver qué pasa.
Y pasan las horas, un día, dos, y llegan algunas respuestas, muchas. A vuelta de correo, más o menos elaboradas, a veces un mero hola, a veces con noticias jugosas, de México o de Asturias, de Barcelona, de Vigo. De Madriz. O en el móvil: desde Italia, desde Bilbao, hay vida ahí fuera, bien. Todo bien.
Y el tiempo pasa, lo marca la luz que declina a toda velocidad, el ruido insoportable de los petardos, los pasos en la escalera, el centrifugado de la lavadora que un día de estos.
Y pasan las horas, un día, dos, y llegan algunas respuestas, muchas. A vuelta de correo, más o menos elaboradas, a veces un mero hola, a veces con noticias jugosas, de México o de Asturias, de Barcelona, de Vigo. De Madriz. O en el móvil: desde Italia, desde Bilbao, hay vida ahí fuera, bien. Todo bien.
Y el tiempo pasa, lo marca la luz que declina a toda velocidad, el ruido insoportable de los petardos, los pasos en la escalera, el centrifugado de la lavadora que un día de estos.
las chicas
(Si alguien queda ahí fuera que aún no esté enamorado de Maggie o de Hopey... no es mal momento para iniciar una relación.)
domingo, 23 de diciembre de 2007
23
Por lo demás, el domingo se termina después de unas despedidas y un paseo a ojo de luna llena (preciosa noche, por cierto) y corriendo para casa. Leyendo, en el metro, lo último de Luis Durán, que sigue creando poesía con cada trazo (pero poesía de la de verdad: de la que huele y rasca en la garganta); y cargando en una bolsa de papel con un reciente capricho con el que me he podido hacer de manera accidental, o poco menos: Memorias de ultratumba, del señor Chateaubriand, en edición (excelente) de Acantilado.
Cuesta creer, a estas horas, que mañana mismo es Nochebuena. (Y pasado, Navidad...)
sábado, 22 de diciembre de 2007
ah, pero... ¿ya?
viernes, 21 de diciembre de 2007
avec Blain
Entrevista, a cargo del Vecino y Pep Brocal, con Blain, uno de los grandes de la Historieta contemporánea.
Aquí.
jueves, 20 de diciembre de 2007
decepción...
La otra noche, viendo Match Point, la película del amigo Allen, no pude evitar un asomo de aburrimiento y la intrigante sensación de estar viendo una historia que hubiera debido rodar, contar, otra persona. Chabrol, por ejemplo, lo hubiera clavado.
Quizá es que me he acostumbrado a un Woody Allen del que él mismo se ha aburrido y de quien quizá quiera huir, no sé.
(Excelentes todos los actores, eso sí. Como siempre. Eso no lo ha perdido...)
Quizá es que me he acostumbrado a un Woody Allen del que él mismo se ha aburrido y de quien quizá quiera huir, no sé.
(Excelentes todos los actores, eso sí. Como siempre. Eso no lo ha perdido...)
miércoles, 19 de diciembre de 2007
martes, 18 de diciembre de 2007
lecturas próximas (dentro de un orden)
gris, martes
Y frío, por cierto. Húmedo y frío.
El cielo está oscuro, el asfalto mojado. No apetece ni abrir una ventana. Día de sofá y manta y lectura.
Puf.
(Además, el año se acaba... y hay una sensación rara en el ambiente: no tiene remedio, pero es que la navidad, las luces de colores, el espumillón, me ponen un poco de los nervios...)
Por lo demás, ayer coincidí con JACalvo, que pasa una temporada en Madriz por trabajo. Sigue bien, con su feroz gracia habitual. Práctico, sensato y buena gente.
Buenos días. (Hoy, pasta.)
El cielo está oscuro, el asfalto mojado. No apetece ni abrir una ventana. Día de sofá y manta y lectura.
Puf.
(Además, el año se acaba... y hay una sensación rara en el ambiente: no tiene remedio, pero es que la navidad, las luces de colores, el espumillón, me ponen un poco de los nervios...)
Por lo demás, ayer coincidí con JACalvo, que pasa una temporada en Madriz por trabajo. Sigue bien, con su feroz gracia habitual. Práctico, sensato y buena gente.
Buenos días. (Hoy, pasta.)
lunes, 17 de diciembre de 2007
felicitación
Me llega la felicitación de Dibbuks, firmada por Víctor Rivas. Aquí la dejo, para que también ustedes la disfruten...
BR
Aquí, una reseña positiva sobre la última versión definitiva de Blade Runner... que uno espera como agua de Mayo.
(Y, ya que estamos:)
(Y, ya que estamos:)
(Vía Guerra Eterna.)
domingo, 16 de diciembre de 2007
36-39
Tengo un amigo que es, según sus propias palabras, casi tan facha como el caballo del Cid. Y orgulloso de serlo, además. Y charlando no hace mucho salió el nombre de Carlos Giménez, y declaró su admiración por esa su gran obra, Los profesionales. Me sorprendió comprobar que no conocía, caramba, Paracuellos. (Lo que me dejó un poquito escamado: porque en la edición de sus libros aparece siempre un listado de sus otras obras... y Paracuellos está en todos y cada uno de los listados. Pero.)
Cegueras voluntarias, imagino.
Lo que viene al caso de la edición de 36-39. Malos tiempos, su último trabajo. (De Giménez, hablo.) No por el asunto de las cegueras; o también, en todo caso.
Avisé con tiempo: el libro me interesaba de antemano, y en cuanto que lo he visto lo he comprado. (Comprado, sí. Yo todavía compro tebeos. El servicio de prensa que me llega es escaso, amistoso y, en alguna ocasión, innecesario. Breve, en fin.) Y, una vez leído, debo decir que no me ha decepcionado. Pese a un prólogo inadecuado (por lo obvio, entre otras cosas) y mal escrito (Antonio Martín tendría que ir pensando en retirarse, me parece; por el bien de todos). Pese a los manierismos del maestro Giménez. Pese a muchas otras cosas (la portada, por ejemplo: espantosa).
Me gusta porque los niños están tan bien dibujados y son tan creíbles y tan tiernos.
Me gusta porque está bien escrito. Y hablo de prosa, de literatura: pocos tebeos, hoy, tienen las comas tan en su sitio. Menos aún, frases tan largas y bien construidas.
Me gusta por el trazo roto, por los negros arañados y las composiciones añejas. Por la expresividad de las manos, de los brazos y los rostros.
Me gusta porque los guiones están milimetrados y beben de fuentes clásicas, y obedecen a necesidades narrativas y dramáticas, no a poses ni a mercadotecnias.
Me gusta porque el autor no es, atención al dato, neutral. No se debe ser neutral. El creador que no opina, que no se moja, que expone desde la pulcra (y supuesta) equidistancia, no es tal creador: más bien se le puede considerar farsante; incluso embustero. Hipócrita, en todo caso. Giménez no lo es, y no necesita en absoluto la coartada intelectual que el prologuista le proporciona (Max Aub, el Goya de Los desastres de la guerra): si en la Guerra Civil hubo dos bandos, es evidente que uno de los dos empezó, provocó, atacó (y venció, para nuestra desgracia). Mirar a otro lado, justificar, no es sino disfrazar y... sí, mentir. Giménez no miente aquí, como no miente en Paracuellos ni miente en Barrio. Y se agradece la honestidad.
(Hablando de Max Aub... recuerdo a un profesor de literatura que, cuando yo estudiaba el BUP, no se cansaba de hablarnos maravillas de sus novelas, que a la sazón estaba entonces publicando Alfaguara. Era pequeñito y con un aire pusilánime, pero se encendía cuando hablaba de Aub, se llenaba de energía, se le crispaban los dedos...)
Me gusta porque, como Paracuellos o Koolau el leproso, es un libro que es también, o sobre todo, un grito, una toma de postura, una declaración. Y una bofetada.
Y me gusta, también, porque a mi amigo, que es incluso más facha que el caballo del Cid, diga él lo que diga, no le va a gustar nada. (Que es lo de menos... pero que a mí me pone, qué quieren...)
Cegueras voluntarias, imagino.
Lo que viene al caso de la edición de 36-39. Malos tiempos, su último trabajo. (De Giménez, hablo.) No por el asunto de las cegueras; o también, en todo caso.
Avisé con tiempo: el libro me interesaba de antemano, y en cuanto que lo he visto lo he comprado. (Comprado, sí. Yo todavía compro tebeos. El servicio de prensa que me llega es escaso, amistoso y, en alguna ocasión, innecesario. Breve, en fin.) Y, una vez leído, debo decir que no me ha decepcionado. Pese a un prólogo inadecuado (por lo obvio, entre otras cosas) y mal escrito (Antonio Martín tendría que ir pensando en retirarse, me parece; por el bien de todos). Pese a los manierismos del maestro Giménez. Pese a muchas otras cosas (la portada, por ejemplo: espantosa).
Me gusta porque los niños están tan bien dibujados y son tan creíbles y tan tiernos.
Me gusta porque está bien escrito. Y hablo de prosa, de literatura: pocos tebeos, hoy, tienen las comas tan en su sitio. Menos aún, frases tan largas y bien construidas.
Me gusta por el trazo roto, por los negros arañados y las composiciones añejas. Por la expresividad de las manos, de los brazos y los rostros.
Me gusta porque los guiones están milimetrados y beben de fuentes clásicas, y obedecen a necesidades narrativas y dramáticas, no a poses ni a mercadotecnias.
Me gusta porque el autor no es, atención al dato, neutral. No se debe ser neutral. El creador que no opina, que no se moja, que expone desde la pulcra (y supuesta) equidistancia, no es tal creador: más bien se le puede considerar farsante; incluso embustero. Hipócrita, en todo caso. Giménez no lo es, y no necesita en absoluto la coartada intelectual que el prologuista le proporciona (Max Aub, el Goya de Los desastres de la guerra): si en la Guerra Civil hubo dos bandos, es evidente que uno de los dos empezó, provocó, atacó (y venció, para nuestra desgracia). Mirar a otro lado, justificar, no es sino disfrazar y... sí, mentir. Giménez no miente aquí, como no miente en Paracuellos ni miente en Barrio. Y se agradece la honestidad.
(Hablando de Max Aub... recuerdo a un profesor de literatura que, cuando yo estudiaba el BUP, no se cansaba de hablarnos maravillas de sus novelas, que a la sazón estaba entonces publicando Alfaguara. Era pequeñito y con un aire pusilánime, pero se encendía cuando hablaba de Aub, se llenaba de energía, se le crispaban los dedos...)
Me gusta porque, como Paracuellos o Koolau el leproso, es un libro que es también, o sobre todo, un grito, una toma de postura, una declaración. Y una bofetada.
Y me gusta, también, porque a mi amigo, que es incluso más facha que el caballo del Cid, diga él lo que diga, no le va a gustar nada. (Que es lo de menos... pero que a mí me pone, qué quieren...)
esa agenda...
El próximo martes 18, en Panta Rhei, presentación del calendario que Juan Berrio ha preparado para el año próximo. A eso de las 19'30.
DK
A riesgo de que Rosa Montero, esa cabeza privilegiada, pueda opinar lo contrario (ay), a uno le va apeteciendo cada vez más ver esta película. En especial, si tenemos en cuenta que la primera resultó más que presentable.
Aquí tienen un trailer. (Visto a través de una cerradura, o poco menos... pero ahí está para que se vayan haciendo una idea...)
Y, aquí, unas secuencias muy notables.
Aquí tienen un trailer. (Visto a través de una cerradura, o poco menos... pero ahí está para que se vayan haciendo una idea...)
Y, aquí, unas secuencias muy notables.
visitas
Anoche hacía frío al salir del trabajo, ya ven. Igual para recibirla, que ya venía aclimatada a temperaturas poco amistosas. Estaba cerca de una farola, de espaldas, pero la reconocí enseguida.
Está de visita por aquí, durante unas semanas. Animada. Dispuesta a cargar pilas para volver a su Norte momentáneo y adoptivo con todas las ganas del mundo.
Qué gusto, darle un abrazo y comprobar que está bien. A ver qué nos cuenta estos días...
Está de visita por aquí, durante unas semanas. Animada. Dispuesta a cargar pilas para volver a su Norte momentáneo y adoptivo con todas las ganas del mundo.
Qué gusto, darle un abrazo y comprobar que está bien. A ver qué nos cuenta estos días...
sábado, 15 de diciembre de 2007
más agenda
Literatura Ilustrada. Portadas de libros e ilustraciones de prensa de Fernando Vicente.
Del 20D al 16E en Espacio Sinsentido.
Avisados quedan...
viernes, 14 de diciembre de 2007
frío
Es que se quedaría uno en la esquina donde da el sol, justo ahí, indiferente a que el semáforo cambie o no. Pero hay que cruzar a la otra acera, la acera donde hay sombra y la escarcha de la madrugada no se ha fundido.
Vaya paseítos...
Vaya paseítos...
boring
Repasando el último Previews y anotando lo que llama la atención... y lo que más me llama la atención es el tedio, la cantidad de cosas que quizá hace un par de años hubiera querido leer, me hubieran despertado una cierta curiosidad, al menos, y sin embargo hoy puf, para qué. Tedio. Puro aburrimiento.
¡Socorro!
¡Socorro!
jueves, 13 de diciembre de 2007
máquinas de soñar
Buenos días. Porque hace sol, porque el año va camino de terminar, porque tengo los pies fríos o porque sí (que se me antoja la mejor razón para casi todo, o para casi nada, depende del día...), les dejo aquí con una secuencia memorable que, estoy seguro, conocerán todos de sobra, pero que me deja siempre, pero siempre, pegadito a la pantalla...
(Como extra, si pinchan aquí podrán disfrutar de L'age d'or, una belleza...)
miércoles, 12 de diciembre de 2007
confesión
(Debería sonar un tango, pero lo cierto es que ando escuchando ahora el primer disco de UNKLE. No es igual, pero drama no falta.)
Y confieso que he leído, sí, pero que no he podido terminar de leer: Superputa, del gran Manel Fontdevila. Ni he podido con él, ni he entendido nada de lo que sí he leído... Mea culpa, con seguridad, y bien que lo siento, que la edición es excelente (el olor de la tinta, ay...) y el autor está, en mi lista de imprescindibles, bien arriba.
Y, sin abandonar la confesión, y al hilo de la última entrega de El Manglar, en la que brilla Rutu Modan con luz propia y el amigo Vañó dice cosas intrigantes sobre Valenzuela, confieso también (y no por vez primera) que tampoco al creador del Capitán Torrezno he sabido entenderlo nunca, si bien no descarto un próximo intento, porque tanta gente con buen criterio no puede ser que se equivoquen a la vez y en la misma cosa, y algo debe tener Valenzuela para generar tanto aplauso. (O quizá me vuelvo blando con la edad y procuro siempre dar una oportunidad más.)
Pero lo cierto es que sigo abismado en el último libro de Possy Simmonds, que voy alternando con la lectura de Peanuts y de Mary Perkins: On Stage. Y que tengo en espera cosas como Lance o Príncipe Valiente o Krazy Kat o Popeye. Y que sigo atento a que se distribuya lo último de Carlos Giménez, que me intriga. Lo que, en general, no sé si dice algo o no de mí mismo y mis inmediatos intereses, pero aquí lo dejo caer para que quede constancia.
Ahora, si me disculpan, es hora de ir haciendo algo para comer...
Y confieso que he leído, sí, pero que no he podido terminar de leer: Superputa, del gran Manel Fontdevila. Ni he podido con él, ni he entendido nada de lo que sí he leído... Mea culpa, con seguridad, y bien que lo siento, que la edición es excelente (el olor de la tinta, ay...) y el autor está, en mi lista de imprescindibles, bien arriba.
Y, sin abandonar la confesión, y al hilo de la última entrega de El Manglar, en la que brilla Rutu Modan con luz propia y el amigo Vañó dice cosas intrigantes sobre Valenzuela, confieso también (y no por vez primera) que tampoco al creador del Capitán Torrezno he sabido entenderlo nunca, si bien no descarto un próximo intento, porque tanta gente con buen criterio no puede ser que se equivoquen a la vez y en la misma cosa, y algo debe tener Valenzuela para generar tanto aplauso. (O quizá me vuelvo blando con la edad y procuro siempre dar una oportunidad más.)
Pero lo cierto es que sigo abismado en el último libro de Possy Simmonds, que voy alternando con la lectura de Peanuts y de Mary Perkins: On Stage. Y que tengo en espera cosas como Lance o Príncipe Valiente o Krazy Kat o Popeye. Y que sigo atento a que se distribuya lo último de Carlos Giménez, que me intriga. Lo que, en general, no sé si dice algo o no de mí mismo y mis inmediatos intereses, pero aquí lo dejo caer para que quede constancia.
Ahora, si me disculpan, es hora de ir haciendo algo para comer...
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