miércoles, 30 de abril de 2008

listening...






(Una canción para el fin de semana.)

dickens

Lo hablábamos el lunes, en la sobremesa y a propósito de libros que venden mucho y de quién los lee (o de quién lee, sin más): la gente, o eso me parece, busca a Dickens. Es decir, alguien que les cuente una historia, alguien que cree personajes con garra a los que seguir y por los que sentir.

Me parece, ya digo.


Y, a propósito de Dickens: Casa desolada. No lo he leído, pero sí recuerdo una vieja serie inglesa que vi hace muchos, muchos años, deslumbrante, apasionante.


(Por lo demás, y en otro orden de cosas, el sol engaña un poco, como ayer. No se descuiden.)

saturno


entrevista


Pinchen aquí para leer una entrevista con Jaime Martín, a propósito de Lo que el viento trae y a cargo de Maese Absence. Y disfruten.

last trip




Albert Hofmann, descubridor del LSD, murió ayer (29 de abril). Tenía 102 años.

¿Quién lo hubiera dicho, verdad?

lunes, 28 de abril de 2008

es la proporción...

En la peluquería, hoy, alguien lo decía. Sentado frente al espejo, envuelto en el babero oscuro y entre el chasquido rítmico de las tijeras. Con la inevitable banda sonora de Telemadrid y entre bromas de fútbol. Demasiadas malas noticias. No puede ser que cada vez que se pone la televisión todo sean crímenes y hambre y catástrofes y accidentes y fuegos y niños muertos. Hay que poner un límite. Antes (y estoy resumiendo el discurso) había un periódico, El Caso, que era el único que contaba las malas noticias, pero elegía un número determinado, tres, cinco, ocho, y eso contaba. No es que no hubiera más calamidades, es que sólo se contaban unas pocas para no agobiar, hombre, que esto es ya un sinvivir. Que uno no quiere que le cuenten todo lo malo que pasa, y menos a las horas de comer o de cenar: se cuentan tres crímenes y a otra cosa. Que uno no quiere saber lo que pasa, hombre; ya sabemos que todo va mal, pero tampoco hay que restregarlo.

O algo así.

Ni que decir tiene que con Franco se vivía mejor.

28

Hoy, quizá, se pueda comprar ya el nuevo disco de Portishead, Third. Y el nuevo de La monja enana.



Hoy se puede comprar (desde hace ya días) la primera entrega de l
a recuperación que de Valentina hace Norma.


Hoy se pueden comprar, mirar, disfrutar otras cosas, unas cuantas. Y se puede pasear, no sé si se han fijado: está nublado y corre una brisa fresca por la calle.




Hoy es lunes y el mes llega a sus últimos días...

rigores

De verdad... hay que ver, cómo se pone la gente por un matiz de nada... A ver si ahora vamos a tener que supeditar una buena historia, con sus túneles y sus conspiraciones nazis, a la realidad documentada... No sé dónde vamos a ir a parar...

domingo, 27 de abril de 2008

algún cambio

Nada, poca cosa. Como ya saben de sobra, tiendo a ser más bien dejado. Incluso desordenado, a veces. Y voy guardando direcciones y enlaces para engrosar la columna de la derecha o para, sencillamente, compartirlos con ustedes aquí de cuando en cuando. Pero claro, pincho en los marcadores y el listado es abrumador, caótico y, a menudo, críptico.

Resignado a no poder ya poner orden en nada, he seleccionado algunos espacios que, esos sí, llevaba tiempo queriendo añadir: ahí los tienen, en la sección de Delicatessen. Son, todos, de visita obligada. Todos, por una u otra razón, hacen que esto de asomarse a la Red merezca la pena. Yo me atrevo a recomendarles dos o tres (o seis), de variados palos, para que se hagan una idea... Fogonazos, por ejemplo, se publica bajo el epígrafe de "asombros diarios", y es una descripción ajustada. Otomano, por su parte, es también afín al perpetuo asombro. Blue tea y The Ephemerist rastrean la belleza en lugares inesperados, y Bibliodissey la encuentra en libros sorprendentes y seductores. Bunnylicious, amén de ser un espacio disparatado e hipnótico, supone un completo catálogo de creadores.



Un puñado de lugares que les harán más gratas las horas que pasen delante de la pantalla del ordenador, entre obligación y obligación.


Por lo demás, bien, gracias.

...!!!

Esto, por cierto, también mola.






(Vía La Última Inocencia.)

esto mola

Y no, no sé bien de dónde lo he sacado. Pero así son las cosas: uno pistea, guarda y, luego... pues eso.

Pero mola, no me digan que no... Aunque uno se quede un poco interruptus...





de mayos y un retorno...

Viendo los spots que anuncian los fastos inminentes dosmayeros me llamó la atención una especie de slogan, unas palabras que me remitían a retóricas que pensaba ya agotadas: un pueblo, una nación. Algo así, creo que era. Y me temí lo que ya temía, o confirmé lo que venía sospechando: patriotismos rancios y barrer para casa.

Nosotros, los afrancesados... en fin, qué les voy a contar. A mí es que todo esto me da tanta pereza, me aburre tanto... (Y estoy con Escolar, que lo explica bien.)



Por fortuna, no todo se va en cenagales esta mañana. Acabo de descubrir que ha regresado un amigo, y lo hace adornado con una fotografía impagable que le robo sin asomo de vergüenza y les dejo aquí al lado, que me ha hecho mucha gracia.



Ahora, si me disculpan... Tengo que salir a por los periódicos, a comprar el pan.

Hace solecito. Buenos días.

sábado, 26 de abril de 2008

más carteles (de cine)



(Mola, pero a mí me sobra el muñeco, la verdad...)

contactos


Ya les dije: la gente de El Jueves recupera, en su colección ExtraGold (o como se llame), una selección del Contactos de Mariel y Andreu Martín, la serie en la que nació la Mamen que hoy protagoniza las páginas de la dibujante. Y reencontrarse con los personajes supone una experiencia extraña: por el reconocimiento (muchos de los episodios recuerdo haberlos leído), por el redescubrimiento (pasma comprobar la capacidad, ya entonces, de Mariel como historietista y como dibujante, y regocija saborear los diálogos de un Andreu Martín chispeante). Y por el paso del tiempo.

Porque cuesta reconocer esos primeros años 80, porque es todo tan hippy, porque la burla amable y cariñosa de lo progre es tan... tan cariñosa, ya digo: tan de cerca. Y porque cuesta darse cuenta de que uno, entonces, ya estaba sobre el mundo, leyendo.




Hace ya... ¿un cuarto de siglo? Agh...

si hoy es sábado...

jueves, 24 de abril de 2008

mirando para otro lado


¿Y ahora... puede alguien explicarme esto? Porque yo ya no entiendo nada...


(Y hablo de las abstenciones... en especial, la del PP.)

esos cielos



seguimos leyendo...

Pues sí. Despacito, nos vamos poniendo al día.


Les cuento. Primero, David B y su Jardín armado. ¿Qué les puedo contar? Que la edición es una belleza: ¡qué bien huele! Pero no sé explicarles por qué el trabajo de este hombre, en especial cuando aborda estas maneras míticas, oníricas, fabulosas, por qué su trabajo resulta tan hipnótico, tan emocionante, tan deslumbrante. No les sé explicar por qué la conjunción de imagen y texto funciona como funciona, cuando en cualquier otro cojearía de uno y otro lado. No sé decirles por qué sus libros (y este en especial) son tan llenos de poesía y de fuerza expresiva, ni por qué es tan difícil explicar los porqués. Sí puedo decirles, ya ven, que los cronistas que fueron recopilando, inventando o falsificando Las 1001 Noches perdieron, sin David B, a un fabulista de peso. Y que también lo perdieron los evangelistas, y quienes escribieran el Corán, el Mahâbhârata y demás libros sagrados. Porque el potencial creador de David B, su fuerza y su voz tienen sus raíces ahí, en el universo mágico de quienes fabularon el mundo.


Y, hablando de fábulas y cosmogonías, Sfar es único a la hora de urdir unas y relativizar otras (o viceversa, qué más da). Y, con el excelente apoyo de un Gibert soberbio en su aparente (engañosa) pulcritud, en Las olivas negras se emplea a fondo en la tarea de contextualizar e ironizar en torno al judaísmo en una suerte de apropiación jocosa de escenarios que creíamos conocer por La vida de Brian o, más recientemente, por la teleserie Roma. Diálogos, escenarios y personajes notables para una curiosa comedia histórica de situación que se lee con regocijo y resulta, cada pocas páginas, más que brillante.


Pero hablábamos de humor... y poca gente lo cultiva hoy y aquí como Manel Fontdevila, que entrega un nuevo libro de La Parejita, su título emblemático. A estas alturas, qué voy a decir de él y su obra que no se haya dicho ya en cien sitios, empezando por aquí mismo... Los protagonistas han madurado (o eso nos quieren hacer creer...) y llega la hora del embarazo, del niño. Y jamás he visto a nadie dibujar a un bebé tan de verdad, ni he leído nunca un puñado de anécdotas tan hilarantes y tan tristemente (o no) pegadas a la pura realidad. Manel era ya grande, lo ha sido desde hace mucho... pero estas páginas lo confirman como uno de los historietistas más sólidos y honestos que hemos tenido nunca. (Y, además, dan para reír hasta que se resientan las costillas...)


Por último, he podido leer la segunda entrega del 36-39. Malos tiempos, de Carlos Giménez. Su particular ajuste de cuentas con la Guerra Civil. Y, a mi entender, su obra definitiva. En este segundo libro hay una línea narrativa más fluída y más unitaria. Y hay también un último capítulo (cada libro tiene varios, casi todos cortitos y con protagonistas diferentes), Sito, que hiela la sangre y confirma que el Giménez soberbio en las imágenes, el más poderoso, el que nos deja con un nudo en la garganta después de la última viñeta, no ha perdido ni un poquito de su fuerza.


Le achacan maniqueísmo, le reprochan tomar partido. Le acusan de sentimentalismo, incluso. Yo les puedo decir que, de su mucha obra, este Malos tiempos es quizá, tras la ironía amarga de Cuentos de un futuro imperfecto, tras la rabia de Koolau el leproso, tras la negra tristeza de Paracuellos y la melancolía de Barrio, lo mejor que Carlos Giménez ha entregado nunca a la imprenta. Y hacerlo hoy demuestra una valentía (sí, lo sé, pero me reafirmo: valentía) nada desdeñable.

cosas que no entiendo

No, en serio. Que igual no me entero. Pero... la cosa es que en los EEUU no pueden comprar más de 40 kilos (¡40!) de arroz de una vez. Racionamiento, lo llaman. Para evitar que se acabe.

Y el resultado es que los precios del arroz suben.

Y luego están los miles, muchos miles, de consumidores de arroz del tercer mundo... que son los que ya querrían poder comprar de una vez 40 kilos de arroz... pero que sí sufren esos aumentos de precio. Provocados, al menos en parte, por el pánico inducido por el "racionamiento".

Y, en alguna parte, la cosa no funciona... ¿O no?

she´s back

Las señorita Galore, tras unas semanas de silencio, vuelve para recordarnos por qué está su enlace ahí, en el apartado de Delicatessen. No se lo pierdan. (Aprovechen hoy, eso sí: que el solecito ayuda a disipar la bruma naturalista.)

colección sushi


(Pinchen la imagen, cortesía del señor Cachalote, y sigan las instrucciones. No se van a arrepentir.)

tres añazos






Tres años cumple en estas cosas digitales el amigo Jorge Iván. ¡Enhorabuena, compañero!

hisopos

¿Se acuerdan? No hace mucho que alguien, no sé si obispo o similar (no distingo los galones), nos recordó a todos que Jesucristo murió sin cuidados paliativos. (Con dos cojones, le faltó decir.) Y hoy veo que la lideresa (o lo que sea ahora) va encaminando los pasos de la Sanidad por ahí... por ahí... (Parirás con dolor, morirás con dolor...)

(Por no hablar de que a ver qué tienen qué decir los religiosos en decisiones médicas...)

jeudi

Buenos días. Hoy me he levantado así... muy Souvenir.





de repente


Que no. Y me dirán que las cosas no son así... pero me voy cansando. Y leer que Rajoy fue, durante la pasada legislatura, ejemplo de sentido común y de sentido de Estado, y que Esperanza ha puesto a Madrid en el mundo... y leer que la Chacón no ha tenido en cuenta los derechos de su no nacido aún a la hora de viajar a Afganistán y que si no habría otra ministrable no embarazada más a mano... pues que colma el vaso.

El señor Espada sigue escribiendo como poca gente, pero sus textos me resultan cada día más y más indigestos. No puedo.

Sorry... (o no, qué demonio: que es mi casa).


Y buenas noches, en fin...

miércoles, 23 de abril de 2008

books




Rosas y libros, ya saben. Me parece un gran invento.

Y, como ya imaginarán, yo les voy a recomendar desde aquí algunos títulos, algunos autores. De tebeos. De los que da gusto leer, de los que luego se quedan a vivir dentro de uno.

A ver, yo les diría que, por supuesto, Arrugas (Paco Roca en Astiberri). Y María y yo, claro (de Gallardo, también en Astiberri). Y ya tienen en sus librerías de guardia una recuperación (ya hablaremos) del Valentina de Guido Crepax, y la segunda entrega del Malos tiempos de Carlos Giménez. Y, si se entretienen un poquito, si rebuscan en esas mismas librerías, deténganse en la S de Sfar, en la G de Gipi, en la D de David B. Y busquen, también, los libros de Luis Durán; todos ellos (que no son pocos, por cierto). Y busquen a Jali, a Calo, a David Rubín. Vuelvan a Hugo Pratt y al gran Moebius.


Y no se olviden, por supuesto (y sé que, si me leen de cuando en cuando, no lo harán) de Schulz y Charlie Brown, Linus, Snoopy... No se vayan a olvidar de La Gran Calabaza. (Ni, ya que estamos, vayan a echar en el olvido, un día como hoy, a Calvin ni a Hobbes.)


Buenos días.

lectura


Recorto y pego:


La Noche de los Libros en el Espacio Sinsentido

Miércoles 23 de abril desde las 20.30 hs.

20.30 hs.: Lectura poética a cargo Fernando Beltrán, autor de Mujeres encontradas
21.30 hs.: Dúo de Flauta Jazz por María Toro

lunes, 21 de abril de 2008

today



me pregunto

Me pregunto, sí. A ver. ¿A qué juega Rosa Díez?

Ya tuve mis dudas en tiempo electoral... pese a que me repugnaba su actitud inmediatamente anterior. Pero... ¿de qué estamos ahora hablando?


No sé... igual no todo es justificable cuando se trata de criticar a quien manda... aunque mande con el respaldo de tanta gente...

subasta


Hoy termina la tercera tanda de la subasta de originales de Reinventando lo fantástico. Pinchen y actúen en consecuencia, si me hacen el favor... que es por una buena causa.

y Marilyn...





(Que me gusta, mire usted...)

la gibbons






Visto aquí y cortado y pegado de acá.

Portishead, en Portishead.

Gocen...

domingo, 20 de abril de 2008

green porno




Así se titula una serie de cortos dirigidos y protagonizados por Isabella. Cortos sobre la vida sexual de los insectos. (Ella, por cierto, interpreta al macho.)


Lean algo al respecto en esta breve entrevista de Deborah Solomon.

iron bob


(Y a mí que esta película me sigue dando buena espina...)

il secolo di Tina Modotti


monstruos



En Daily Monster los hay en abundancia. Merece la pena entretenerse un ratito...


Y, ya que hablamos de monstruos... ¿han echado un ojo al blog de Dan Piraro, creador de Bizarro?



Por último, aquí tienen un blog que muestra fotografías del Japón de los años finales del siglo XIX y las primeras décadas del XX. Una belleza.

dominguero



No todo iba a salir torcido. Al final, y pese al madrugón lluvioso, tarde casera de leer el periódico y escuchar algo de música (ahora mismo, Ronroneando, de Sr.Chinarro), de curiosear un poco por la red (que debe estar todo el mundo en Barcelona, o de vuelta del Saló... a ver qué se cuentan mañana), de leer despacito. (Bueno, y de doblar calcetines. Algo más de media docena. Negros. Y no, no son todos iguales, pese a lo que se pueda pensar... pero tampoco es grave si se desparejan, no saquemos las cosas de sus quicios..)

Además, ha salido el sol.

un algo

Aquí podrán ver un trailer, o un adelanto, o un a ver qué tal, del Spirit de Frank Miller. Echen un ojo.


(Visto, como la anterior noticia, en The Beat.)

ender








Acabo de leer la noticia: parece que Card ha vendido los derechos de sus libros de Ender a Marvel. Hay un guionista (Chris Yost) y hay un dibujante (nuestro Ferry). Y hay algún dato más aquí.

sábado, 19 de abril de 2008

de premios










Despliegue público.

dos carteles, dos... de cine



(Visto en The Beat.)

humores

Hay veces que a uno le pone la lluvia melancólico, o apático. A veces a uno le da por quedarse pegado a la ventana y pasar ahí un buen rato, la mirada perdida...

Hay días, en cambio, en los que la lluvia lo que a uno le provoca es, directamente, una mala hostia de cuidado.

Bof...

me cuentan...





Que Pau (Escápula) Rodríguez ha publicado un manual para dibujar coches (así, como suena), en Francia, Bélgica, Suiza y Québec. Pinchen ustedes en la imagen para saber más.

los premios

(Corto y pego de La Cárcel de Papel y/o Entrecómics):




Premios del Saló.

Mejor tebeo extranjero: S., de Gipi (sins entido)
Mejor tebeo español: Arrugas, de Paco Roca (Astiberri)
Mejor dibujo: Jazz Maynard, de Raúle y Roger Ibáñez (Diábolo)
Mejor guión: Arrugas, de Paco Roca (Astiberri)
Autor revelación: Carlös
Mejor fanzine: Fanzine Enfermo
Mejor revista: El Manglar
Mejor labor de divulgación: Manuel Darias
Gran premio del Salón: Pasqual Ferry

Premios por votación popular:

Mejor tebeo extranjero: S., de Gipi (sins entido)
Mejor tebeo español: Guerreros urbanos:tormenta de ostias, de Pere Pérez (Dolmen)
Mejor dibujo: El evangelio de Judas, de Alberto Vázquez (Astiberri)
Mejor guión: Un hombre feliz, de Antonio Seijas (Ponent)
Autor revelación: Pere Pérez
Mejor fanzine: Ojo de Pez
Mejor revista: Retranca
Mejor labor de divulgación: Yexus

rue de verneuil, 5 bis


(Pinchen aquí y acá, si son tan amables...)

viernes, 18 de abril de 2008

friedman









Giardino
y Max Friedman en El País.

gatos y kimonos


En principio, estarán conmigo, una combinación sin igual: kimonos y gatos. Y libros, papel blanco, tinta negra, espesa.

Nancy Peña publicó ya con Dibbuks El gabinete chino, que me gustó mucho. Y publicó dos entregas de La cofradía del mar, más tradicional en sus códigos, que me gustó menos. Ahora, con El gato del kimono ha acertado de pleno, me parece. Un libro sorprendente, que va desvelando con cada capítulo nuevas piezas del rompecabezas. Un libro regido por lo onírico y que mezcla a Holmes y Watson con Alicia y su otro lado del espejo. Un libro en el que lo fabuloso desarbola cualquier asomo de linealidad, y cuyo motor es la sensualidad: la mirada sensual de la autora, el tacto sensual de la seda del kimono, la sensual presencia de un gato que va y viene, la ensoñación sensual del marinero enamorado, la sensualidad del papel, del olor a tinta, del trazo de la autora y su gusto por los contrastes de blanco y negro.

Es un libro pequeño, breve, que se lee con gusto. Un libro para disfrutar despacio. Un libro para hojear y dejarse llevar. (Y la edición de Dibbuks, impecable.)

por la ventana, hoy


Entra un viento de película antigua que lo revuelve todo, y el cielo se ve gris a ratos, azul a veces. Continúo a la espera de cosas, alguna pista que me dé pautas. O igual es puro tedio de primavera accidentada. Mientras tanto, el disco de Iván Ferreiro suena bien. Me gusta su voz, cómo canta unas canciones que acaban por cuajar con garra y con ganas, pese a una primera escucha decepcionante. (Mentiroso, mentiroso: con un montón de historietas de las que ahora no tengo tiempo de hablarles, pero ya lo haré...)

nublo

Cosa de esperar. A que acabe de llover, por ejemplo.

O, quién sabe...

Mientras tanto, dejarse llevar despacio. Pasear, mirar el cielo vestido de gris, dejar que el viento te empuje cuesta abajo.

Mirar el vuelo lento, lento de los dirigibles...

jueves, 17 de abril de 2008

lecturas para ya

Están sobre mi mesa ahora, al lado de otro montón que tendrá que esperar unos días: la nueva entrega de Manel y su parejita (Guía para padres desesperadamente inexpertos), el Contactos de Mariel y Andreu Martín publicado por El Jueves en su Gold Collection (o como se diga), el Black Dossier del señor Moore y su compinche O'Neill, El juego del ángel (del amigo Zafón).

No digo más. (Bueno, sí: que llueve.)

llueve?

Llovió toda la noche.

tren de noticias

Murió Edward Lorenz, el señor que inventó eso de las mariposas y los huracanes. Lo del caos, vamos, se acordarán ustedes de Parque Jurásico. Lo que me trae a la cabeza (lo jurásico, digo) esta perla nacida en el seno de ese ejemplo de libertad, la radio de los obispos.

Y luego, despliegue en los medios para hablar del Saló. (Que igual va a ser verdad que las cosas están cambiando...)

(Y, hablando de despliegues... el señor Zafón.)

tontadas

Pues eso: que también en Rusia abundan los gilipollas. Si se me permite el desahogo...

hoy

¡a la cárcel!


piedras

Yo no entiendo, claro. Pero, mientras los obispos italianos se congratulan de la victoria del padrino Berlusconi, hoy en Madriz hemos estado tomados por un montón de nobles defensores de los valores deportivos, ya saben, borrachos pendencieros, ultras, fascistas de variado pelaje a la sombra del fútbol.

Que luego dicen de los olímpicos y China y demás... pero, mientras que cada incidente racista, fascista, violento y etcétera es calificado por sistema de una mera incidencia aislada, estamos vendidos... y además se insiste en plantear que, bueno, lo deportivo, los deportistas (esos mismos que se suben a la Cibeles luciendo bufandas de los Ultrasur...) son modelos para los chavales... qué les voy a contar: estamos en manos de tarugos.

miércoles, 16 de abril de 2008

capa y espada... casi



He leído de un tirón La revolución de los pinceles, una propuesta refrescante que recoge las buenas maneras de eso que algunos llaman nouvelle BD (o así) y las utilizan para armar una curiosa ucronía en la que lo que importa más es el vigor de la narración y el buen pulso para definir personajes. Lo he leído del tirón y con una permanente sonrisa en los labios al comprobar, además, que un grafismo en apariencia confuso se demuestra eficaz y hasta evocador, con un punto de Blain y otro poquito del Max de los primeros 80 en la trastienda. En muy pocas páginas, a uno le cuesta trabajo imaginar el libro sin las imágenes de Pere Mejan.

No hay mucho más que se deba decir, creo. La edición de Dolmen es ajustada, con su tapa dura y un papel mate que le va como anillo al dedo. Uno echa de menos libros como este: de los de leer de un tirón y que dejen hambre de más. (Porque habrá más, ¿verdad, señores Busquet y Mejan?)

viejas glorias...

En esta entrevista con Joe Simon, me entero de que él sigue vivo, de que no le gusta el nuevo Capitán América, de que su difunta mujer trabajaba en las oficinas de Harvey Comics y allí se conocieron. Y de que McFarlane volverá a los tebeos con guiones de Robert Kirkman, para horror de sus admiradores, imagino. (Los de Kirkman, digo, que al otro no creo que le queden ya...)

agua


Yo es que tampoco entiendo mucho de nada, no se crean, pero vengo notando, y escuchando, un jaleo como de gallinero revuelto a costa de un agua que unos no quieren soltar y otros necesitan (o no, qué sé yo). Este agua es mía, este río es mío. Que si humillaciones y desprecios. Que si mareos semánticos: trasvase, minitrasvase, préstamo...

Y es que no lo entiendo.


Pero, a ver... ¿el agua no es de todos? ¿Tan difícil es buscarse un sistema de reparto que sea razonable? (Y hablo de agua, pero no para regar campos de golf o urbanizaciones fantasmales. Hablo de agua, de abrir el grifo y que corra el agua, de beber agua fresca cuando se tiene sed, de ducharse por la mañana, antes del café, antes de pelearse con el nuevo día.)


No sé... tiene uno una sensación permanente como de patio de colegio, chavales sucios de rodillas llenas de costras: dibujado todo por Carlos Giménez, no sé si me siguen.


(Claro que, si escucha uno, ahí fuera, al padrino Berlusconi... es mucho peor.)

de noche


Mientras House, en la televisión, repite episodio tras episodio, me paseo por la Red y guardo enlaces, imágenes, títulos y nombres propios.

Tengo sueño. Bostezo. Los cacharros de la cena están ya fregados, escurriendo.


Los cactus, ya recordarán, siguen ahí. Vivos. Alegrando mis ventanas.



Y yo estoy tan cansado hoy...