Hemos amanecido primaverales de nuevo, con cielo azul y nubarrones de algodón de azúcar, y la mañana se me pasa entre prensa y algo de música, perezosa y lenta.
Hojeando, he descubierto que hay
una edición nueva de las dominicales de
Polly. Cuando me llegue, lo sé, no encontraré sitio donde guardarla ni tiempo para leerla, pero pasaré horas mirando las planchas un poco al azar,
saboreando, dejándome llevar.
Antes de salir esta mañana a por las porritas del desayuno he puesto en la nevera el nuevo imán que
R me ha traído de Portugal: ¡Daleks!. Está ahí, entre una tira memorable de
Manel y un dibujo de mi amigo y cómplice
Ricardo que cada día me recuerda ese otro proyecto que no acaba de cuajar...
(Hablando de R, la tarde ayer se pasó bien. Mucha gente, mucha lluvia, pero teníamos un aliado infalible que acechó junto a nosotros por si algún supervillano.)Por lo demás, domingo, qué les voy a contar que no sepan. A ver si luego.