Liniers, desde su invierno, insiste en los placeres del frío, y hoy que ya se ha empezado a dormir regular por el calor me acuerdo de aquel verano en que dejé que el blog fuera invadido por los hielos y las nieves... Me acordé también el otro día, al leer esta entrada ártica del señor Marchante (que, por cierto, ha entregado un par de Lupitas deslumbrantes: estén atentos).
En fin, se acaba junio, llega el verano verano.
Eso.
2 comentarios:
Por aquí ya tambien se nota, aunque es más llevadero pues hay tregua nocturna y al amanecer... y siempre es posible encontrar cumbres, laderas y rincones sombríos del bosque donde el invierno, o al menos el otoño, parecen haberse refugiado como en un despiste...
aquí todavía se está bien por las mañanas, tempranito...
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