Lo cuenta Escolar con datos, como acostumbra, pero se lo resumo yo al buen tun-tún: que aquí lo normal es eso, que las grandes constructoras necesiten, por sistema, más dinero del presupuestado para acabar la obra. Llámese Sacyr. Pero, claro... si quien paga es de fuera y no está acostumbrado a esta dinámica elástica (léase: CORRUPTA), exige que la obra cueste lo que estaba previsto, y que los sobrecostes se justifiquen... y ya está el lío.
Pues eso: MARCA EJPAÑA.
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