jueves, 8 de febrero de 2007

madrugada


Hay una neblina húmeda, casi una llovizna en suspensión. Una atmósfera de telaraña húmeda. En los monitores, la imagen de Titán. No hay estrellas detrás, la superficie llena la pantalla. Brilla en silencio mientras caminamos por los pasillos interminables arriba y abajo, una incesante peregrinación sin rumbo ni objeto.

Me acuerdo mucho de nosotros, de tí y de mí. Ojalá conservara una fotografía, al menos: me acuerdo de tí, de nosotros, pero tu rostro es ya un borrón y sólo tu sabor permanece vivo en mi memoria, el sabor de tu boca.

1 comentario:

Mar dijo...

Titán se me antoja triste, no se por qué... no se pierda usted por allí no vaya a ser que...