martes, 27 de octubre de 2009

breviario del día de antes




Ayer pasé por la Plaza de España (cosa de papeleos, en fin) y descubrí que hay una exposición fotográfica dedicada al CERN. Allí mismo, en la acera, del lado de Gran Vía. Obras de Peter Ginter con un aire muy entre místico y mítico: casi diría que falta una foto de Galactus para redondear.

También ayer, que fue lunes y día de andar por la calle y tarde de tertulia, encontré por fin La peluca de Rapunzel, el librito ilustrado por Eva Vázquez que llevaba tiempo buscando. Lo leeré estos días y ya les cuento: las imágenes son muy chulas. Y compré también, en bolsillo, Todavía no me quieres, una novelita de Jonathan Lethem que tiene muy buena pinta.

También ayer, ya con los licores sobre la mesa, conocí a C, que parece animosa y muy resuelta, y demostró buena disposición y mejor humor; me cayó muy bien. Y de vuelta a casa en el metro leí, una vez vacío de paisaje el vagón, el texto de Rubén Lardín para Mussolini saludaba de película, porque sí y porque está en las páginas centrales y es lo natural: reconforta comprobar lo bien que sabe decir las cosas.

Ya para cerrar el día, rematé con el Star Trek de Abrams, que me gustó casi tanto como me hubiera gustado de tener treinta años menos, y no es poco elogio.

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