Apenas si leo ya tebeos de grapa. Al menos, no los yanquis. Y sin embargo, de cuando en cuando cedo al capricho de Hellboy. Por Corben, habitualmente, pero también por otros factores: Mignola está haciendo un muy buen trabajo con su personaje, y casi siempre lo deja en buenas manos. Por ejemplo, las de Kevin Nowlan, un tipo raro, muy raro, que siempre que puede se ocupa de toda la parte gráfica (eso incluye lápiz y tinta y color y rotulación). De Nowlan no se me va a olvidar nunca un viejo número de Los Nuevos Mutantes (el 51, me dicen en google), ni las muchas cubiertas que ha firmado a lo largo de las dos pasadas décadas (¿tres ya?). Con el tiempo, me parece que se ha ido amanerando, sí. No es el que fue, pero todavía es capaz de entregar páginas como las de este Hellboy: Buster Oakley gets his wish, un perfecto divertimento con vacas, pantalones de peto, platillos volantes y hasta sondas anales... No es el mejor tebeo de la serie, pero sí uno que se disfruta con una media sonrisa. (Y que le tengo cariño a Nowlan, caramba.)
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