(vía Entrecómics)
miércoles, 29 de febrero de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
5000 kms de Blog a Blog
Mi amiga R, que es una superheroína con don de lenguas y talento para lo plástico y la acrobacia, se dejó convencer un poco por todos para abrir un blog sobre cocina (que también en eso es buena): Siba-Rita, lo tienen ustedes ahí al lado, en la columna de Delicatessen. El pasado año me propuso un crossover: yo elegía un libro del que hablar y ella elaboraba una receta que tuviera que ver con él. Elegí Cinco mil kilómetros por segundo, de Fior; acababa de leerlo y estaba encantado. Ella lo leyó también, le gustó y, después de unos días, cumplió con su parte del trato. Yo, como es cada vez más frecuente, me retrasé lo indecible y hasta este fin de semana no escribí lo mío... (sorry, R). Pero ya está. La cosa ha quedado bien (y la receta tiene una pinta colosal).
(Uno de estos días, R se cruzará con un tipo con mucha prisa y un destornillador sónico y se marchará con él a bordo de la TARDIS, esto es algo que todos damos ya por descontado. Mientras llega el momento, no dejen de seguir su blog.)
Se limpian las rodajas de salmón, quitándoles la piel y las espinas. Se ponen en un plato hondo con el zumo de limón y el azúcar y se deja reposar durante una hora.
Se pelan los pistachos y se machacan con el mortero hasta que queden en trocitos pequeños (pero no en polvo). Una vez machacados se tuestan durante un minuto en una sartén a fuego medio y se dejan enfriar.
En una tacita se mezcla la ralladura de limón con el vinagre y se deja apartado durante un rato para que tome el sabor a limón. Mientras tanto picad los tomates confitados.
Poned una satén a fuego fuerte sin poner aceite. Cocinad el salmón a la plancha (dejadlo más o menos tiempo en función de cómo os guste de hecho) procurando que no caiga el zumo de limón.
Colocad en un plato llano el salmón, poned la mitad del vinagre sobre el salmón de cada plato, espolvoread los pistachos y terminad con el tomate confitado.
Estarán cansados de leerlo aquí, pero hay libros que entran por los sentidos, libros con los que entablo una relación física que comienza, sí, con la mirada, pero a la que enseguida se unen el tacto y el olfato. Abrir el libro por primera vez, sentir la textura del papel mientras se hojea despacio, oler esa combinación particular de tintas... una ceremonia sensual que, en ocasiones, crea vínculos especiales con determinados títulos. (En mi caso, al menos.)
Cinco mil kilómetros por segundo, de Manuele Fior, es un libro en el que, además, la riqueza visual colabora en el impacto de ese primer encuentro. Pasar sus páginas supone una experiencia casi intoxicante: los colores y el aroma del papel se alían para propiciar una primera impresión positiva que después, con la lectura, se confirma. Amarillos y verdes, lima y limón, azules melancólicos y lluviosos, la calidez ocre y anaranjada de Egipto: una paleta arriesgada que puede, además, parecer arbitraria a primera vista, pero que se confirma luego, durante la lectura, como acierto narrativo.
El libro de Fior cuenta, además, una historia romántica que se resuelve en el largo plazo y avanza merced a arriesgados saltos temporales centrados en cada uno de los tres personajes y las diferentes etapas de su relación. Un relato que se lee con mucha más facilidad de lo que la anterior frase parece sugerir, y se desarrolla con una liviandad a la que no es ajena el humor de muchas de sus escenas, para dejar una sensación ligerísima de agradable melancolía después de su última página, cuando uno cierra el libro y se queda un minuto con él entre las manos, sonriendo, antes de abrirlo de nuevo y hojearlo un poco al azar en busca de esos detalles que le llamaron la atención. (Con el tiempo, descubrirá que hay muchos más de esos primeros... Yo lo tengo aún a mano, y me gusta volver a sus páginas de cuando en cuando: un placer perezoso de tarde de domingo.)
La edición, de Sinsentido, es, por cierto, impecable, y eso aquí importa mucho, a estas alturas se habrán ya dado cuenta.
(Uno de estos días, R se cruzará con un tipo con mucha prisa y un destornillador sónico y se marchará con él a bordo de la TARDIS, esto es algo que todos damos ya por descontado. Mientras llega el momento, no dejen de seguir su blog.)
"Cinco mil kilómetros por segundo"
Los colores y lugares al que nos conduce este libro están en estricta relación con los ingredientes que configuran este plato. Algunos quizás os puedan dar pistas de por dónde se mueven los personajes y para descubrir otros sencillamente tendréis que leeros este precioso cómic.
Los colores y lugares al que nos conduce este libro están en estricta relación con los ingredientes que configuran este plato. Algunos quizás os puedan dar pistas de por dónde se mueven los personajes y para descubrir otros sencillamente tendréis que leeros este precioso cómic.
INGREDIENTES (para 2):
- 2 rodajas de salmón
- 40 gramos de pistachos
- 3 tomates secos confitados
- Zumo de 1/2 limón
- 1/2 cucharadita de azúcar
- 1/2 cucharadita de ralladura de limón
- 3 cucharaditas de vinagre de Módena
Se limpian las rodajas de salmón, quitándoles la piel y las espinas. Se ponen en un plato hondo con el zumo de limón y el azúcar y se deja reposar durante una hora.
Se pelan los pistachos y se machacan con el mortero hasta que queden en trocitos pequeños (pero no en polvo). Una vez machacados se tuestan durante un minuto en una sartén a fuego medio y se dejan enfriar.
En una tacita se mezcla la ralladura de limón con el vinagre y se deja apartado durante un rato para que tome el sabor a limón. Mientras tanto picad los tomates confitados.
Poned una satén a fuego fuerte sin poner aceite. Cocinad el salmón a la plancha (dejadlo más o menos tiempo en función de cómo os guste de hecho) procurando que no caiga el zumo de limón.
Colocad en un plato llano el salmón, poned la mitad del vinagre sobre el salmón de cada plato, espolvoread los pistachos y terminad con el tomate confitado.
Estarán cansados de leerlo aquí, pero hay libros que entran por los sentidos, libros con los que entablo una relación física que comienza, sí, con la mirada, pero a la que enseguida se unen el tacto y el olfato. Abrir el libro por primera vez, sentir la textura del papel mientras se hojea despacio, oler esa combinación particular de tintas... una ceremonia sensual que, en ocasiones, crea vínculos especiales con determinados títulos. (En mi caso, al menos.)
Cinco mil kilómetros por segundo, de Manuele Fior, es un libro en el que, además, la riqueza visual colabora en el impacto de ese primer encuentro. Pasar sus páginas supone una experiencia casi intoxicante: los colores y el aroma del papel se alían para propiciar una primera impresión positiva que después, con la lectura, se confirma. Amarillos y verdes, lima y limón, azules melancólicos y lluviosos, la calidez ocre y anaranjada de Egipto: una paleta arriesgada que puede, además, parecer arbitraria a primera vista, pero que se confirma luego, durante la lectura, como acierto narrativo.
El libro de Fior cuenta, además, una historia romántica que se resuelve en el largo plazo y avanza merced a arriesgados saltos temporales centrados en cada uno de los tres personajes y las diferentes etapas de su relación. Un relato que se lee con mucha más facilidad de lo que la anterior frase parece sugerir, y se desarrolla con una liviandad a la que no es ajena el humor de muchas de sus escenas, para dejar una sensación ligerísima de agradable melancolía después de su última página, cuando uno cierra el libro y se queda un minuto con él entre las manos, sonriendo, antes de abrirlo de nuevo y hojearlo un poco al azar en busca de esos detalles que le llamaron la atención. (Con el tiempo, descubrirá que hay muchos más de esos primeros... Yo lo tengo aún a mano, y me gusta volver a sus páginas de cuando en cuando: un placer perezoso de tarde de domingo.)
La edición, de Sinsentido, es, por cierto, impecable, y eso aquí importa mucho, a estas alturas se habrán ya dado cuenta.
lunes, 27 de febrero de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
se acaba el domingo...
Estos dos días han dado sus (pequeños) frutos: una tortilla de patata recién hecha, un par de Lupitas que no acababan de cuajar pero ya está (permanezcan atentos), un algo de lectura, unas lavadoras, reordenar los tiestos en la terraza, un post que le debía a la amiga R desde hace tiempo...
Cosas que no he hecho: empanadillas (se me olvidó comprar las obleas); votar para lo del Salón de Barcelona (hay tiempo todavía, pero una cosa tengo muy clara: mis dudas para la mejor obra española entre Pere Joan y el libro de Gabi Beltrán y Seguí); empezar a leer El mapa del cielo, que le tengo ganas; acostumbrarme a no tener la viñeta de Manel para empezar el día con energía (a eso no me voy a acostumbrar nunca).
sábado, 25 de febrero de 2012
Hoy entrevistan a Amélie Nothomb en el suplemento para chicas de El País. Y mira que me cae bien la chica, ustedes lo saben... pero ese rollo neoludita de no, yo el correo electrónico no lo uso, prefiero las cartas de verdad, y no, yo el ordenador e internet no los uso, no van conmigo... me jode. Porque no creo que se pueda ser tan gilipollas. Creo que es una pose. (O confío en ello, porque la alternativa es... pues eso, que son gilipollas.) Y me parece tan, pero tan... falsa. No son pocos los que se apuntan a la cosa... No sé, a veces me pregunto...
odissey? bah...
Las monedas de oro esas que nos devuelven los piratas después de mucho lío legal no son nada: miren los tesorillos que he encontrado hoy en una fugaz incursión en la baticueva...
albricias
Recibo la puntual carta de Glénat Benelux poniéndome al día del estado de cuentas del álbum que nos editaron, no sé si ustedes recuerdan. Y me informan de que, entre julio y diciembre del año pasado, se ha vendido la friolera de...¡un ejemplar! Uno, sí. Lo que suma un total de 1619 desde que se publicó en 2006.
Ni que decir tiene que propongo desde ya un brindis por ese comprador anónimo que me ha alegrado la tarde...
Ni que decir tiene que propongo desde ya un brindis por ese comprador anónimo que me ha alegrado la tarde...
Hoy no está ya en los kioscos Público, y no tener ahí al titánico Manel "diciendo las verdades", que se decía antes, se vive mal.
Mientras tanto, rescato del Babelia digital un Muñoz Molina que habla de biodiversidad literaria y se permite reflexionar con distancia sobre la religión Apple y el culto a su creador. Además, Max (del que también se habla en el diario a propósito de su exposición en el Cervantes).
viernes, 24 de febrero de 2012
breviario con libro
Mucha, muchísima gente. Un desatino, estamos todos locos.
Por lo demás, buena tripulación. Saludar a R y despedirme de I, que se marcha a Venecia el martes, muy temprano.
He leído (casi) del tirón, por cierto, Noche de los enamorados, la novela que dejó escrita Félix Romeo antes de su muerte: un libro escueto y amargo que incomoda y sorprende (a mí, al menos). Me parece que me ha gustado.
Por lo demás, cerveza fría mientras hablan del tiempo en la tele y a hacer la cena, que está casi ya y ya es hora, en fin.
Por lo demás, buena tripulación. Saludar a R y despedirme de I, que se marcha a Venecia el martes, muy temprano.
He leído (casi) del tirón, por cierto, Noche de los enamorados, la novela que dejó escrita Félix Romeo antes de su muerte: un libro escueto y amargo que incomoda y sorprende (a mí, al menos). Me parece que me ha gustado.
Por lo demás, cerveza fría mientras hablan del tiempo en la tele y a hacer la cena, que está casi ya y ya es hora, en fin.
adiós a Público
Desaparece la edición en papel de Público, y Manel la despide así, como él sabe hacer. Por ahora se mantiene la edición digital: a ver cómo va la cosa. Yo, qué quieren... En estos casos se acostumbra a decir que el cierre de un periódico es siempre una mala noticia. Yo no creo que lo sea siempre, pero sí creo que lo es en este caso. Una opción como la de Público es necesaria hoy en los kioscos.
esta tarde
A eso de las 19'30 y en el Espacio Sinsentido se inaugura la expo de Ana Galvañ. Si pueden, acudan. Y saludan a la señorita de mi parte, que yo a esas horas todavía estoy levantando España...
(En todo caso, anoten en sus agendas: exposición obligatoria. De nada.)
(En todo caso, anoten en sus agendas: exposición obligatoria. De nada.)
regreso al pasado
Permiso paterno para hablar del condón en clase
(La máquina del tiempo retrocede pasito a pasito, cada día un poco más...)
jueves, 23 de febrero de 2012
breviario de antes de cenar
Se fue hoy C, que seguramente volverá a Venezuela. Se marchó también el gallego. Bajón, de entrada. Luego, las siamesas estaban bajas de ánimo y el chorreo de gente no ha ayudado. Pero bien, se ha remontado la tarde y seguimos todos vivos, poco más o menos.
Mañana, más despedidas: I se va de beca a Venecia, nada menos. Esto se hunde.
Juan Berrio da pistas sobre Miércoles, el proyecto con que ganó el Premio Internacional de Novela Gráfica FNAC-Sinsentido.
miércoles, 22 de febrero de 2012
aviso a navegantes: Max
El tío Berni ofrece en Entrecómics una jugosa galería fotográfica de Panóptica, la exposición de Max que se inauguró ayer en el Instituto Cervantes de Madriz.
LUNA DE CASINO from Es Pop Ediciones on Vimeo.
El trailer de Luna de casino, la novela de Peter Blauner que inaugurará la nueva colección de Es Pop: Pulpo negro.(Desde el imprescindible blog de la editorial pueden bajarse un pdf con un adelanto del libro, para ir abriendo boca.)
martes, 21 de febrero de 2012
El señor de la CEOE con querencia lapona (que se da un aire a Ibáñez, qué mal rollo) insiste hoy en su discurso... y, como ayer, miente, manipula y exagera. Lo de siempre, vamos.
lunes, 20 de febrero de 2012
... tiempos salvajes, ya saben.
(Para seguir lo que está pasando en Valencia, Periodismo Humano y diversos hagstags en twitter, como #PrimaveraValenciana o #LluisVivesSinMiedo)
tiempos nuevos...
Mientras en Valencia a los chavales les llueven las hostias policiales que marcan el nuevo talante, los de la CEOE se envalentonan cada día más: "como si es en Laponia"...
lo que sí y lo que no
Ya dije ayer: lo que vi de la gala de los Goya no me gustó. Me pareció torpe en general, rozó más de una vez lo ridículo y se instaló en la pura caspa cuando habló el señor González Macho, presidente de la Academia: Alex de la Iglesia, cómo te echo de menos.
Sí me gustó, y a esto iba, que Arrugas se llevara un par de premios (aunque ya expresé aquí en otro momento que, visto el trailer, no quiero ni acercarme a la película; una cosa no quita la otra), y me alegró el premio al mejor corto de animación. Me gusta que se sepa que en ambos casos hay un tebeo detrás, que se sepa y que se diga. Excelentes tebeos, además, que no decepcionarán a quien pueda acercarse a ellos ahora.
Sí me gustó, y a esto iba, que Arrugas se llevara un par de premios (aunque ya expresé aquí en otro momento que, visto el trailer, no quiero ni acercarme a la película; una cosa no quita la otra), y me alegró el premio al mejor corto de animación. Me gusta que se sepa que en ambos casos hay un tebeo detrás, que se sepa y que se diga. Excelentes tebeos, además, que no decepcionarán a quien pueda acercarse a ellos ahora.
domingo, 19 de febrero de 2012
Una vez visto el programa alemán de Jordi Évole y comprobado que, en efecto, nuestro futuro pinta negro, negro, negro, negro... y como en la Sexta repiten capítulo de Bones, me paso a la cosa de los Goya (como ruido de fondo) y les cuento aquí que el día ha sido raro, como todos los domingos de trabajo. Que la tripulación ha estado ejemplar y ha habido más gente que en la guerra. Que me he asomado un ratito a ver la mani y bien, bien, qué de gente, una fiesta: falta va a hacer que no decaiga la cosa, porque vamos a tener que calentar la calle todavía durante mucho, mucho tiempo...
Qué más: que tengo la cena a medio hacer, pero la colada ya está en el tendedero. Que a ver si mañana me da tiempo de cortarme el pelo. Que yo qué sé... y que buenas noches.
Qué más: que tengo la cena a medio hacer, pero la colada ya está en el tendedero. Que a ver si mañana me da tiempo de cortarme el pelo. Que yo qué sé... y que buenas noches.
sábado, 18 de febrero de 2012
un par de libros
Se ha editado Noche de los enamorados, la novela que dejó escrita Félix Romeo antes de morir. Lo ha hecho Mondadori, con una faja roja que a mí me ha parecido ligeramente obscena, pero tampoco me hagan mucho caso, con la edad me estoy poniendo muy puntilloso...
En otro orden de cosas, también está ya a la venta El mapa del cielo, de Félix J Palma. Que, he descubierto, es segunda entrega de una trilogía cuyo primer título, El mapa del tiempo, me gustó mucho.
Tremendas, las fotografías de Pablo Garrigós en Periodismo Humano sobre las protestas por la actuación policial contra los estudiantes valencianos.
Qué les voy a contar. Sábado, Max, Muñoz Molina, la muerte de Enrique Sierra y el ataque a una galería donde se exponen "imágenes blasfemas" (de pronto, huele a Edad Media, ¿no les parece?).
viernes, 17 de febrero de 2012
Acabo de leer que ha muerto Enrique Sierra, el que fuera guitarrista marciano de Radio Futura... Joder...
los tiempos cambian... a toda velocidad
Vamos colocando las piezas: que si los toros, que si los palos, que si aquí no pasa nada...
jueves, 16 de febrero de 2012
+ sobre Friedrich
(Y no, no creo que poner en cuarentena las razones y declaraciones de Friedrich sea posicionarse necesariamente del lado de Disney/Marvel. El tema es bastante complicado, me parece.)
Ir a la compra, venir de la compra; frutería, ya de paso: tomates, cebolletas, un par de limones para por si acaso. La prensa sin leer, la cama sin hacer... y esa Lupita a medio escribir...
La mañana se va en un suspiro...
La mañana se va en un suspiro...
Los retos de la ilustración en la era digital. Una charla organizada por FADIP y Tertulias Gráficas, con la participación de Max, Isidro Ferrer y Arnal Ballester. Esta tarde, en el Centro Joaquín Roncal, en Zaragoza. (Los datos, aquí.)
(Me lo cuenta el señor Cachalote: para mayo, Dark Horse recoge en un tebeo de grapa tres historias cortitas de Andi Watson y su Skeleton Key. Me gusta mucho Andi Watson, ya saben...)
miércoles, 15 de febrero de 2012
(El día ha sido raro, con esos cielos postapocalípticos y toda esa pereza que se me acumula, y en la cocina aguarda ahora un tupper materno de paella, y unos esparraguitos para poner a escurrir, y algo de queso, y su poquito de vino tinto. Y bombones para el postre, vamos a ver, que aquí se cena como en los palacios. Y qué sueño tengo, en fin... ya que hablamos de todo un poco.)
expo dickens
En la FNAC Triangle, en Barcelona. Portadas imaginarias de sus libros para conmemorar el bicentenario del escritor.
(Desde Verano Muerto se puede llegar a los blogs de la mayor parte de los ilustradores... Merece la pena echar un ojo.)
premio para JMKen Niimura
Nada menos que el 5º Premio Internacional de Manga, organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores japonés, por Soy una matagigantes (sobre guión de Joe Kelly). Aquí somos muy de Ken, que además es amigo de mi amiga R... y el libro es muy bueno, así que, nuestra enhorabuena.
(vía Ramen para dos, a través de Entrecómics)
martes, 14 de febrero de 2012
(Manel está en racha, pero me da ya un poco de pudor subir también hoy su viñeta... así que hacemos una cosa: pinchan ustedes aquí y la leen. Y eso.)
lunes, 13 de febrero de 2012
(¿Se han enterado ya de que el amigo Álvaro Ortiz sortea desde su blog unos juegos de postales de su próximo libro, que se titula Cenizas y que editará Astiberri este año? ¿No? Pues no sé a qué esperan...)
domingo, 12 de febrero de 2012
Ha fallecido también Germán Sánchez Ruipérez, que creó el Grupo Anaya y la Fundación que lleva su nombre, y que ha impulsado recientemente la creación de la Casa del Lector, un proyecto personal cuya próxima inauguración no podrá ya ver.
(by Manel, que hace arqueología del presente inmediato, o, en otras palabras, cuenta lo que pasa a nuestro alrededor cada día y a pie de calle, por si alguien se despista...)
sábado, 11 de febrero de 2012
adiós, sábado
Día raro, pero no malo: no madrugar relaja mucho.
En el trabajo, reencuentro con R, a la que no veía desde diciembre.
Menos cansado que estos últimos días. Mañana toca lectura, deberes, cocina...
En el trabajo, reencuentro con R, a la que no veía desde diciembre.
Menos cansado que estos últimos días. Mañana toca lectura, deberes, cocina...
Por ir matizando alguna de las cosas que ayer no se dijeron al presentar en público la reforma: por ejemplo, esto de rebajar los sueldos si el empresario lo estima pertinente. (Eso sí: el trabajador puede elegir entre aceptar la rebaja y que lo despidan con los famosos 20 días por año trabajado. )
Manuel Rodríguez Rivero reivindica en Babelia el papel de las bibliotecas públicas en estos tiempos en los que se las deja en la indigencia para subvencionar a cambio eso que se llama (todavía no sé a cuento de qué) fiesta nacional, y Max le apoya con una ilustración excelente. Muñoz Molina habla de los diarios de Virginia Woolf. Poco más les puedo contar a estas horas.
viernes, 10 de febrero de 2012
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