Vuelve la lluvia y vuelve el frío cuando menos se lo esperaba uno. La primavera, dicen. No sé qué de marzo mayeando y, bueno, eso.
Estos días desordenados los he ido bandeando con algunas lecturas (King Egg, de Miguel B. Núñez, ha sido una sorpresa más que agradable, por ejemplo), y, además, he recuperado de la noche de los tiempos a mi amiga R (gracias, señor Feisbuc).
Sigo reclutando amigos para el ejército aliado, sin prisas (porque Lupita no es mujer de prisas). Habrá sorpresas.
Y ahora mismo salgo a la terraza a rescatar de la inundación los tiestos...
Buenos días.
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