viernes, 20 de julio de 2012

ayer

Mucha gente en la calle. Mucha. Y mucho calor.

Imposible llegar a Sol. Más de una hora de Neptuno a Cibeles, y eso que nos movimos por los márgenes: la calzada era una multitud compacta e inmóvil. Un mar de banderas rojinegras y tricolores, de siglas, de pancartas artesanales.










(Sí, bueno... Con mi estatura, no esperarían cenitales, supongo...)




De vuelta hacia Atocha, el Congreso está blindado. Más tarde, ya de noche, aquí habría sus más y sus menos...



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