Este fin de semana empiezo mis vacaciones, que serán sedentarias (nada nuevo) y para las que haría planes de lecturas y escrituras y visionados, pero sé de sobra que luego la cosa no cuadra, los días pasan y uno se planta en septiembre con los deberes por hacer y la pila de libros intacta. Les iré contando, en cualquier caso, igual que les cuento ahora que, durante estas semanas pasadas, he podido ver algunas películas que me han alegrado más de una tarde de domingo: por ejemplo, la cuarta de Misión Imposible, que dirige con elegancia Brad Bird y me ha hecho reír (y mira que le sobran como veinte minutos, y no sé si me quedo corto). También me hizo reír, y con ganas, Los tres mosqueteros de Paul WS Anderson, que es una macarrada llena de guiños y carente de pudor; su director me recuerda mucho a Besson, para bien o para mal. Me sorprendió y me hizo disfrutar mucho El origen del planeta de los simios, y me pareció que le sobraba un poco de azúcar (y un puñado de canciones) a la nueva película de los Muppets (impecable, por lo demás).
Ya ven lo al día que estoy.
No les canso. En breve les contaré algo más de mis lecturas, que ahora tengo que regar los tiestos. Buenos días.
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