Ayer recogí del batibuzón la papeleta de votación de los premios del próximo Salón de Barcelona. Algo me había llegado ya, así que no me sorprendió: los autores que publican su obra primero fuera del país, los que eligen (o se ven obligados a elegir) trabajar para la industria francobelga o norteamericana, por un poner (y hay gente ahí muy valiosa, y obras potentes), no pueden ser votados en ninguna categoría, aunque sus libros sí hayan visto la luz en ediciones españolas. Es decir, tú tienes un proyecto determinado, escaneas el mercado por aquí y haces cuentas, no te salen (porque no te salen, ojo; no te pueden salir), te lo llevas fuera, negocias, firmas, te lo curras, incluso haces lo posible para que pueda luego leerse también aquí... pero se te niega la posibilidad de ser premiado, se te excluye...
Y, la verdad... NO ENTIENDO NADA.
(Leo por ahí: FICOMIC apoya a la industria española. Y me da como un amago de risa tonta...)
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