No, lo de la no confesionalidad del Estado sigue ahí, en el límite de lo creíble...
1 comentario:
Alfred
dijo...
Este individuo no solo tiene cara de orangután, sino también, lo que es peor, cerebro de orangután.
Que semejante tarado haya podido llegar a ser ministro, nada más y nada menos, aquí en España, da buena cuenta de la clase de cloaca en la que vivimos.
1 comentario:
Este individuo no solo tiene cara de orangután, sino también, lo que es peor, cerebro de orangután.
Que semejante tarado haya podido llegar a ser ministro, nada más y nada menos, aquí en España, da buena cuenta de la clase de cloaca en la que vivimos.
Publicar un comentario