lunes, 14 de julio de 2008

en voz bajita

No vaya a ser.

Que sí, que el terrorista parece que va a salir a la calle. Cumplió su pena, en su momento. Cumplió otra, añadida. 21 años en la cárcel. Ni la mitad de los que tendría que haber cumplido, pero los que le tocaban por ley, en cualquier caso.

Y ahora, la bronca está en dónde va a vivir. Porque resulta que se marcha a casa de su madre. Y resulta que en la misma calle vive gente que ha sido víctima, directa o no, de la ETA. Y eso no puede ser.

Y a lo mejor no puede ser. Imagino que no. Seguro que no.

Pero.

Me pregunto: cuando se cambie la ley para que estas cosas no pasen (y se cambiará)... ¿afectará a la víctima de la delincuencia común? Quiero decir, ¿la señora viuda de un señor al que mataron en un atraco sin motivación terrorista, podrá protestar porque el atracador, una vez cumplida su pena, va a vivir en la misma calle?


No, por nada. Porque, con independencia de los casos específicos... va uno estando un poquito cansado de la demagogia a costa de los muertos. O, para ser más específicos... de algunos muertos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo deseable sería que la palmara pronto, y con acerados y desgarradores dolores.

Y en caso de que no, practicar con él una eutanasia activa, fortuita y limpia.

Luego, brindaríamos con un buen champán, un Belle Epoque de Perriet-Jouet, por ejemplo.

fcnaranjo dijo...

Soy partidario de brindar por algunas muertes, aunque suelen mirarme mal si lo digo en voz alta...