Lo de la OMS y eso de que igual puede ser que a lo mejor sea posible que estar pegado al móvil más de media hora diaria durante los próximos diez años puede facilitar que se desarrolle algún tipo de cáncer (lo que viene siendo de una frialdad científica abrumadora, ya ven).
Lo de la Academia de la Historia y su diccionario biográfico, y esos pequeños y grotescos trolls franquistas que se les han colado tergiversando y mintiendo, redactando como si lo fueran a leer en el NODO.
Lo de los pepinos y la bacteria, que (con independencia de las muertes y de las pérdidas que la boca grande de la señora alemana del ramo ha provocado entre nuestros agricultores) han dado los titulares más graciosos de la última semana.
Lo de esos polis que charlan en facebook (y en abierto) lamentándose de no haber podido desfogarse más con los acampados en la Plaza de Catalunya (y utilizando esa terminología nazi: guarros, los llaman).
Es obvio que estamos rodeados, ¿no?
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