Huele la casa entera a suavizante, después de poner una lavadora. Un olor esponjoso, con su punto dulzón. Y el sol se cuela por la ventana y dibuja en el suelo cuadraditos de oro.
Hoy es sábado, me he levantado un poquito embotado, con la cabeza cargada y el cuello rígido, pero seguro que el cielo azul me va a despejar en cuanto que salga a la calle.
Buenos días.
Hoy es sábado, me he levantado un poquito embotado, con la cabeza cargada y el cuello rígido, pero seguro que el cielo azul me va a despejar en cuanto que salga a la calle.
Buenos días.
3 comentarios:
Muy buenos..
para constatar el olor, he tenido que venir a verte
(lo describo en mi blog, si te apetece saber cómo lo logré).
en efecto, huele rico.
¡qué aventura!
de algo tenía que servirme la tacita de plata... :)
Publicar un comentario