hay días y hay días

Y hoy ha sido de esos que te dejan el cuerpo regular y la cabeza del revés.

A primera hora, la noticia del fallecimiento de un compañero que llevaba casi un año peleándose con un cáncer. Una de esas personas buenas hasta la médula, no sé si me explico. Más joven que yo.

En el trabajo, después, la lógica impresión, el desánimo general. Y la sensación permanente de desorientación, de qué hago aquí. (Buenas noticias, también... menos mal: por un lado, J que vuelve después de ganarle la partida a un cáncer, precisamente... está guapa y con más fuerza que nunca. Por otro lado, el amigo I se recupera bien y rápido de su derrame.)

(Además, los movimientos extraños en segundo término y las cosas, que van a cambiar, me temo, para siempre... pero habrá tiempo para detalles.)

A la salida, viaje al tanatorio y esa sensación que seguro que todos conocen y para qué seguir... Y el paseo hasta el metro después, el aroma de la noche... Qué extraño todo, qué triste y qué bien saber que había tanta gente ahí...

Hay días y hay días, en fin. Qué les voy a contar...