reading

He estado leyendo estos días. Un poco a vuelapluma, les cuento alguna cosa. Por ejemplo, que de la tercera entrega de Usted está aquí me han gustado mucho las páginas de Berrio, de Solís y de FHNavarro. En cambio, no me parece que acabe de cuajar el número extra (La trenza), con esos tres hilos que se van entrelazando... Me da la impresión de que cada historia funciona mejor por separado... He leído también la sexta entrega del fanzine Usted, que cuenta con un plantel de colaboradores de lujo y que edita Esteban Hernández . Destacan las páginas de éste: poco a poco está cuajando un estilo personal y un mundo propio, inconfundible.



Acabo de leer (esta misma mañana) el Body World de Dash Shaw, en la edición impecable de Apa-Apa y Sinsentido. Y me he quedado un poquito frío, la verdad. Que el formato haga incómoda la lectura del libro es lo de menos. Lo grave es que tengo la sensación de que el autor mata moscas a cañonazos: demasiadas páginas, demasiados recursos pirotécnicos, demasiado artificio para una historia que tampoco va más allá. No dudo de su talento: me descubro ante él, de hecho. Pero cierro el libro con un poco de empacho, agotado e insatisfecho. Exactamente lo contrario que me ocurre con Logicomix, la monumental biografía de Bertrand Russell que han firmado unos griegos locos y que ha editado aquí Sinsentido: un libro que se lee con pasión y que, sin alejarse de la ortodoxia narrativa más clásica, consigue sorprender y, en algunos momentos, deslumbrar.

Y, hablando de deslumbrar... también hoy he leído El Héroe, de David Rubín. Deslumbrante, sí. Tremendo. (Habrá segundo libro, así que poco más conviene decir. Si acaso, que Rubín está en su mejor momento, lo que no es poco.)



Por lo demás, qué quieren: domingo tranquilo, musical y de lectura.