Toda la noche ha estado lloviendo a mares. Por alguna razón, he estado escuchando cómo llovía buena parte del tiempo, entre cabezada y cabezada... Ha amanecido soleado, en cambio. Y frío.
Y menos mal, que he tenido que mover unas cajas llenas de papel de casa de mamá a mi propia habitación del pánico, que daba menos miedo estos días y vuelve a provocar un cierto respeto ahora... Me ha echado un cable el amigo, compañero y superventas Oliver, que se ha debido dejar los riñones en la empresa, porque a mí me pasa igual: al jerez, los tengo.
Y mientras tanto, fiesta.
(He recibido carta urgente de la Martinica. B me cuenta cosas bonitas y secretas...)
2 comentarios:
¡Temeraria puesta a prueba de la amistad del Sr.Oliver!
:)
Un algo inconsciente -aunque audaz- lo fue siempre: recuerden que dirigió "Pogo"...
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