Cómo son las cosas: el Frente Monetario pone ahora a caer de un burro el mandato del señor Rato y viene a decir que estaban como mirando a otro lado mientras se gestaba la crisis y tal... La famosa Ley Sinde recibe en el Senado los votos del PP, que supuestamente está (o estaba) en contra y la atacó con encono. Nuestro alcaldísimo Gallardón dice que hombre, no, no es para tanto, que eso de la contaminación es una exageración (y, en todo caso, la culpa es del Gobierno de ZP, nunca suya). Y aquí todo el mundo habla de recortar gastos y de transparencia, pero justamente el partido de la oposición no está por la labor de hacer público lo que cobran sus primeros espadas... ni de cuántos sitios.
El asco, vamos. En general.
Y, hablando de recortes y ascos... la batalla contra los skrulls se presenta mucho más áspera de lo que podía preverse... ¿Puede alguien creer que puede plantearse una transformación de jornada que implique entrar en un sistema de cuadrante que contemple trabajar cuatro días seguidos de 9'30 a 19'30 para librar luego otros tres y abrir todos los días del año, todos y cada uno, como un gran avance en la conciliación familiar y una oferta hasta generosa? Lo que han puesto encima de la mesa es una patada en la boca al sentido común... y una provocación. Yo ya estoy buscando botellas vacías para homenajear al señor Molotov.
Por lo demás... pues eso. Que me he traído al edificio Baxter ya los CDs de La Buena Vida: un bálsamo, oigan. Y, mientras suenan de fondo, me voy a la cocina a ir preparando la cena...
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