Como la noche parece que no va a ser tan apacible como las de estos días pasados, refugio en el despacho a una de las plantas, más delicada que las otras. Huele a tierra recién removida, recién regada.
Por lo demás, les cuento que la tarde ha pasado volando: entre la compra, lavadoras y jardinería, las horas se han ido sin sentir.
Buenas noches de sábado.
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