Eso. Que el día se ha pasado en un suspiro y miro desde la terraza y ya no sé si es tarde o pronto. (Y se acaba marzo, además: el tiempo vuela, que se decía antes.) Ha hecho sol y ha hecho fresco, y ha llovido también: hace bien poco. He traído algunas cosas de la baticueva, he reordenado otras, he hecho la colada y he hecho una ensalada de legumbre con abundancia de complementos y aderezada con mostaza, aceite, sal y orégano. He trasteado en los ordenadores y he hecho los deberes, que las cosas van encajando y el camarada Rivas está ya lanzado.
Y tengo la sensación de que no he hecho nada, en el fondo, y el domingo se me escapa vivo.
No sé. Cosas.
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