Uno se despierta demasiado pronto y, le dé las vueltas que le dé, acaba por levantarse. Y en la calle ve una extraña coreografía de (mucha) gente trajeada, pulcros todos, alegres con su correspondiente cartera bajo el brazo. Qué raro amanecer...
Pero es sábado, you know... y en
Babelia hay
un piropo minucioso y entusiasta de
Muñoz Molina a las ciudades (que comparto y aplaudo). Y hay una bonita ilustración de
Max, como es ya costumbre.
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