Ah, las fotos no le hacen justicia, ha habido que tirarlas todas.
Nubes grises, oscuras hacia el horizonte. El resplandor de los relámpagos a lo lejos.
Y el olor: el olor no aparece en una fotografía...
(Después, llegando a casa, la lluvia. Apenas dos minutos hasta el portal. Sin paraguas: empapado.)
Nubes grises, oscuras hacia el horizonte. El resplandor de los relámpagos a lo lejos.
Y el olor: el olor no aparece en una fotografía...
(Después, llegando a casa, la lluvia. Apenas dos minutos hasta el portal. Sin paraguas: empapado.)
2 comentarios:
faraway, so close...
es curioso, yo ayer también conocí al cielo, en Galicia.
Volvíamos en coche de quedar con un amigo que vive en Chile, de esos que se mantienen pese a vernos un día cada dos años, y el cielo cayó sobre nuestras cabezas en la autopista, sobre el coche, y los rayos cosían puentes hacia el cielo, para quien supiera caminarlos.
El niño, mi hijito de meses, con la música que la tromba hacía sobre el techo del coche, durmió plácido, tranquilo. Debe ser más poderoso que Thor, el pequeño.
Seguramente lo es. De estar despierto, hubiera querido trepar al cielo, seguramente; hubiera subido por esos puentes eléctricos...
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