jueves, 20 de septiembre de 2007

una ventana

Se abre una ventana momentánea y consigo comunicar... La máquina vive su vida, compleja por dentro y cabreante desde fuera, y me deja a merced de a ver si acaso.

Veamos. Avilés fue un placer: mucha gente amiga, buen tiempo, muchas risas y un ambiente general relajado. Fue un gusto saludar a los Davides (Rubín y Aja) y sus chicas, fue un gusto conocer por fin a Koldo Azpitarte (buena gente, sí señor), encontrarse con Violeta, saludar a viejos conocidos (o no tan viejos, ya sé, compañero Diego): Roberto y Germán, Ángel de la Calle y Norman, Jorge y Rocío, el gran Vicente García... todo el mundo, en fin.

Más: que ando disperso estos días, como imaginarán. Vuelta al trabajo, imposibilidad de actualizar esto como dios manda y cuando me apetece, no cuando la máquina considera oportuno... en fin, que en unos días se habrá normalizado todo, espero. De momento, imagino que habrá más emisiones clandestinas y a destiempo. (Eso sí: compruebo, en el contador, que siguen ustedes ahí, y eso me alegra mucho. Gracias.)

Poco más, por ahora. No sé si luego...

(Para cerrar, de todas formas, una nota: anoche, en Cuatro, Kyle XY, una curiosa serie que bordea peligrosamente lo sentimental... Habrá que seguirle la pista.)


Buenos días.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ese Avilés, ese Avilés...

Yo, lo que no puedo dejar es el cuelgue por los queer, que me traen locaaaaaaaaaa

Besitos

fcnaranjo dijo...

ahí, estoy contigo. La mejor serie que hoy se emite en no-digital, no-satélite, no-etcétera...

Violeta dijo...

Francisco, lo dicho, un placer conoceros a tí y a María Jesús
:D Un besazo