Breve: aquí al lado tengo El gabinete de un aficionado, de Georges Perec. Una novela corta para separar fases, que diría el maestro Juan de Pablos, después de la intensidad de El padre de Blancanieves (excelente libro, de los que se quedan muy adentro). Además, Perec no defrauda nunca: están aquí todas sus constantes, todos sus vicios y todas sus virtudes.
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