De lo que ha dicho el tal León de la Riva (que ya el nombre parece cosa de cachondeo) sobre la Pajín y su boca no voy a decir yo nada, ni voy a enlazar a ninguna parte, para evitarles a ustedes (y a mí) la náusea mañanera, que luego deja muy mal cuerpo todo el santo día y no.
Sí diré que son maneras como las suyas, actitudes como las suyas, las que justifican la necesidad de un Ministerio de Igualdad... y de una reforma urgente de la Educación en este país. (Aunque me da que con tarugos de ese calibre poco puede hacerse...)
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