lunes, 28 de febrero de 2005

de cerca y en negro...


conversando con las estrellas... Posted by Hello


Clint Eastwood ha ganado todo lo que debía ganar (excepto ese oscar de actuación que se ha llevado el recuerdo de Ray Charles). Así debía ser. (Un poco de justicia sí hubo, ya ven.)



Entre las cosas que acumulo en el montón de lo que debería leer uno de estos días, hace ya cosa de un mes que tengo, entre los primeros, este libro de diseño enlutado que edita Fantagraphics. El autor es Joseph McCabe, editor asistente de Weird Tales y colaborador de Comic Book Artist. El volumen compila una completa selección de entrevistas (realizadas ex profeso) con los colaboradores de Gaiman, y con el propio guionista estrella. Entre los entrevistados, todos los ilustradores de Sandman, colorista y rotulista incluídos. Pero, además, gente tan diversa como Tori Amos o Mark Buckingham, Terry Pratchet, Gene Wolfe, Alice Cooper...

Un trabajo de afán completista, quizá demasiado hagiográfico. Un libro de producción impecable. Una lectura que, al final (y por lo hojeado), tiene un aire superficial muy habitual en lo que suele escribirse sobre el creador de Sandman. (¿Me precipito al hablar así? Quizá. Pero son ya muchos años de rodaje, y puedo permitirme estos disparos a ciegas, por así decir. Una vez lo lea, no obstante, prometo volver sobre el libro: en cualquier caso, la nómina de entrevistados es suficientemente suculenta para que merezca una mirada detenida...)


Como nota al margen, diría que hace falta un texto meditado sobre Gaiman y su obra. Un libro. Nada de lo que se ha publicado (aquí o fuera, y hasta donde yo he leído) está a la altura. Y creo que, opiniones aparte, tiene suficiente trascendencia en el medio (en una parcela importante del medio) como para merecer un análisis que no se quede en lo epitelial, en la chupa de cuero y las punkettes.



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Sol. Cielo azul.

Un frío como para pensárselo antes de salir de casa.

Y esta noche, en Tele5, nueva temporada de CSI. Una serie que, con el tiempo, ha crecido, no sé si gracias o a pesar de sus parelelas (Miami y NY).

Y esta noche acaba febrero...

domingo, 27 de febrero de 2005

vespertino y con aroma de café...


Cubierta de Corominas para la reciente entrega de la revista. Posted by Hello


La tarde está muy gris por acá. Hace aire, hace frío.

Subo un poquito la calefacción. Pongo algo atmosférico: Massive Attack; 100th window, tiene un aire turbio muy de agradecer...


Está ya a la venta Dentro de la viñeta. (Alguien me preguntaba hace unos días...) Como de costumbre, un contenido dispar, plural. Amplio resumen de las Jornadas de Avilés del pasado año, repaso a la carrera de Darko Macan, una entrevista con el fallecido Barreiro. Entre las reseñas, destacar las líneas entusiastas que De La Calle dedica al Azul y ceniza de Pere Joan.

Columnas de Mike Carey, Taibó II y servidor.

(Para la próxima entrega, anuncian entrevista con Pere Joan. Confío en terminar yo a tiempo el par de artículos que les debo desde hace ya meses...)


El episodio de hoy de Colombo, brillante: el asesino era (claro) Leonard Nimoy. Cirujanos, hilo de suturar...


(Acabo de hacer café y huele toda la casa...)

¡sorpresa!

Los caminos de Blogger son inescrutables, parece...

El post perdido y encontrado. (Aquí mismo, un poquito más abajo... El del sábado, sí. Ese. No estaba ayer, ¿verdad?)


En fin, les dejo, que tengo que tender la colada...

nublado

Algunos días en barbecho: cosa de la falta de tiempo. Y que el viernes noche, Blogger se me comió un post (breve, sí...). Así, como si nada...


Espeso de mente hoy, después de la recepción nocturna de ayer en Oliver Manor. El anfitrión (autor del libro Richard Corben. Un rebelde tranquilo, en Sinpalabras: no se lo pierdan), por razones incomprensibles para mí, celebraba su cumpleaños... Mucha y buena música (con algún desliz pachanguero inevitable, claro), mucha gente... Y una bonita noche.



Y esta noche se repartirán los Oscar, esos premios que no está del todo bien visto desear, pero que todo el mundo quiere en el curriculum. Si hay justicia, Eastwood se llevará unos cuantos.



Y en un ratito salgo, que tengo comida en casa de mamá... La mañana se ha ido embozando de gris, y me da la impresión de que ahora hace más frío que antes, cuando he salido a por el periódico. (Lo cierto es que, en días como hoy, cuando el cuerpo aún se resiente de la noche en danza y uno siente la lengua un poco gorda, y la cabeza un poco pesada, lo que más apetece es instalarse en el sillón, con una mantita a cuadros, bien provisto de lectura ligerita y con alguna película en el DVD. Lamentablemente, mi lectura obligada de fin de semana es el Convenio Colectivo. En cuanto a películas... no faltan, pero habrá que aguardar a la noche. ¿El gigante de hierro, tal vez? Me apetece...)

sábado, 26 de febrero de 2005

escapismos...

Día raro, hoy. Un poco lento, soleado; frío, también. En mi incursión por librerías, un puñadito de cosas francesas: he huído antes de que pusieran todas a la venta. (Tengo aquí, eso sí, La malle Sanderson, de Gotting. Una edición bonita, distinguida. Delcourt. A ver si encuentro un hueco para leerlo despacito y les cuento...)



Esta mañana no he podido pasarme a comprar vino. A ver si mañana...



¿Qué más? Que en la televisión de pago están pasando la tercera entrega de los anillos de Jackson. Justo ahora están con todo el epílogo tedioso (y viril, no lo olvidemos...). La película (las tres) es espectacular, ampulosa. Demasiado espectacular y ampulosa, creo. Los años le van a caer como losas...


Más cosas. ¿Lectura de fin de semana?: convenio colectivo. Y algunos tebeos.


Mañana tengo fiesta en casa de un amigo. Su cumpleaños. (Ya me explicarán, qué necesidad hay de buscar excusas tan pobres para invitarnos a cenar...) El domingo, comida en casa de mamá. (Ritual: Colombo, ya saben.)

jueves, 24 de febrero de 2005

espacios...

Esta mañana, después de madrugar y antes de irme a trabajar, he pasado por el Espacio Sinsentido. Me apetecía ver qué había planteado Jesús Moreno. Me apetecía saber cómo se respiraba ahí, mientras en otros espacios (electrónicos) se intercambian insensateces cada vez menos dialécticas.

El sitio está en una calle chiquita, al lado de Libertad, en el barrio de Chueca. Al lado mismo del metro. La zona, por las mañanas, tiene vida. De barrio. La calle es muy tranquila. Enfrente, una tienda bonita, también.

Hay un escaparate enorme, minuciosamente colocadito. Hay luz y hay paredes blancas. Los muebles son un puro prodigio; funcionales, intrigantes, bellísimos. El vidrio con la acuarela de Castells impresiona.

El ambiente es relajado. Una muchacha trabajaba, colocaba cosas, iba de un lado a otro en silencio. Rosa andaba por allí; me saludó, cariñosa. A mí me ha parecido que está ilusionada con el proyecto... la aventura de abrir un espacio distinto. Me enseñó la exposición: apabullantes, los originales de Fernando Vicente; me enseñó las vitrinas, en las que, además de pin-ups de época, se pueden ver algunos trabajos de éste (los que publica en Babelia, concretamente: mucho mejores que las chicas de la pared, con eso lo digo todo).

Quedan cosas por hacer, claro. (Siempre quedan cosas por hacer...) Ajustar, decidir, matizar, pulir. El rodaje de algo así es lento. (Asistir a él desde cerca será interesante. E importante, creo.) Los primeros pasos van ya por el buen camino...


Y hay mucho material. Muy seleccionado, claro. Francés, casi todo. (Aparte del fondo de la editorial, lógicamente.) Material muy interesante.


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Más noticias de visionados caseros: El aviador. Estilizada, emocionante, apasionada. Me ha recordado, en buena parte de su metraje, a Tucker, esa extraña joya del Coppola supuestamente más comercial.


Lecturas: de Peter Parker, Straczinsky y Mary Jane Watson... hablaré otro día. (Pero que conste en acta: a mí me ha gustado.)

miércoles, 23 de febrero de 2005

coincidencias... y nieve.


en paralelo... Posted by Hello


Madrid amanece hoy vestido de blanco. Todo parece gotear, como en un tebeo de Eisner. Hay que caminar con cuidado: hielo, barro gris, los pies se van...


Ayer, en el metro, leí la primera entrega de La época de Botchan. Fue, después de muchas páginas de género negro o aventuras (entre otras cosas), el golpe de timón definitivo en la carrera de Taniguchi, la obra que le adentró en los terrenos de la narración reposada, contemplativa; terreno que luego proporcionó joyas como El almanaque de mi padre, Barrio lejano, El olmo del Cáucaso o El paseante.

El libro, editado por Ponent Mon, es excelente. Ligero, pero lleno de información. Anecdótico, pero sólido en su visión de un momento histórico. Muy bello. (Y una lección magistral de narración, además.)

Y, mientras leía, las coincidencias, los paralelismos, se me iban echando encima... Por una parte, el protagonista (el escritor Soseki Natsume) está escribiendo, cuando el relato comienza, su novela Yo, el gato. (Novela que leí hace un par de años, en la edición de Trotta: es morosa, obsesivamente detallista, llena de observaciones cotidianas y muy irónica; merece la pena. De él hay, como mínimo, otra obra publicada en castellano: Kokoro; pero no tengo más datos.)

Además, otro de los personajes cuenta, hacia la mitad de este primer volumen de La época de Botchan, su relación con...¡Lafcadio Hearn! (Y ya saben ustedes que siento una educada devoción por ese hombre... y de sus pocas traducciones españolas les ha hablado ya aquí en más de una ocasión...)

Más cosas. El protagonista de Kafka on the Shore (Kafka Tamura, adolescente huído de su casa), la novela de Murakami que estoy leyendo estos días, pasa un buen puñado de páginas en una misteriosa, idílica biblioteca pública, leyendo a... sí, a Soseki Natsume.

Comprenderán que, mientras leía de pie en el metro, la sonrisa se me escapara cada pocas páginas. No sólo por la peripecia de los diferentes personajes (cargados de humanidad, muy cercanos...), sino por todas estas pequeñas coincidencias que les cuento.

(También aparece en el álbum Ogai Mori, del que Trotta editó algo, si mi memoria no me engaña... Si consigo encontrarlo en mi progresivamente caótica e impracticable biblioteca, les contaré...)


Por lo demás, les pongo al día en un momento, antes de salir a la calle, de camino al trabajo: que sí, estuve viendo El nombre de la rosa el otro día. Volvió a gustarme. (Casi diría que más que otras veces... pero no sabría precisar en qué, por qué...)

Y tengo un montón de lecturas pendientes (de tebeos, hablamos ahora) de las que les iré teniendo al día, ahora que voy a tener un ratito diario para acometerlas...

Y compruebo con tristeza que hoy ya programan Urgencias de madrugada, después de no sé qué fútbol y de los amiguitos de Wyoming...

martes, 22 de febrero de 2005

conversaciones...

Hablar en un bar. Con una cerveza fría, con una copa. Un cigarrillo (opcional, ojo). Charlar. De lo divino y de lo humano. (Más de lo humano: nos pilla más cerca, a todos...)

Uno de los placeres de la vida.


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Me cuentan hoy de la inauguración, el pasado viernes, del Espacio Sinsentido, que fue concurrida y chispeante. (En distintos foros de opinión se siguen haciendo unos chistecitos un poco tristes al respecto... La navaja en la liga, siempre, no sea que. Excluyentes, dicen, y señalan con el dedo. ¿Excluyentes?) Tengo que acercarme por allí; a ver si una mañana... (Y les cuento.)


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Por lo demás, qué les cuento: somos razonablemente europeos ya. ¿La abstención? Antes era casi un crimen (en las generales); ahora, un artefacto más para lanzarse unos a otros a la cabeza. (Demagogos.)


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(Y, en las tiendas, se puede comprar ya el primer volumen de La época de Botchan, que tiene una pinta más que apetecible. Taniguchi, sobre guión de Sekikawa. Buena edición de Ponent Mon.)

domingo, 20 de febrero de 2005

los deberes...

El primero de la mañana. Extraña sensación, la de inaugurar la urna, tempranito...


En el trabajo, compás de espera. A ver qué pasa. A ver cuándo se pone en marcha lo nuevo. A ver, a ver...


Aquí, en casa, MASH después de comer y un par de textos a medio elaborar que me están esperando, no me entretengan...


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Más deberes.

En mi columna de lecturas pendientes (una de ellas, ay), La taberna errante, El Napoleón de Notting Hill, El regreso de Don Quijote y Breve historia de Inglaterra, todos de Chesterton. Además, Hay quien prefiere las ortigas, de Tanizaki, El pabellón de oro, de Mishima, El verano del pequeño San John, de John Crowley, Endymion y El ascenso de Endymion, de Simmons. La noche de todos los santos, de Hugh Walpole, Fortunata y Jacinta, de Galdós, Las noches del Buen Retiro, de Baroja. (Y mañana, además, La regenta, de Clarín.)

Lo que no quita para que, el día menos pensado, me haga con lo nuevo de Eco y me ponga a devorarlo... que le tengo ganas... (O cualquier otra cosa...)

(Hablando de Eco, igual esta noche veo El nombre de la rosa... No sé... Ya les cuento.)


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Antes de volver a los deberes por hacer, una pregunta: ¿está volviendo el frío, o me estoy haciendo yo mayor?

viernes, 18 de febrero de 2005

atrincherado...

Por si a alguien le interesa: que hemos perdido. (Era de prever, en fin...)

El Convenio (el mismo que se rechazó por una mayoría mínima, pero suficiente, con algunos cambios cosméticos y alguna demagogia añadida) se firma el martes próximo.


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En el lado bueno del día, me han regalado una botella de un vermouth espectacular que pienso ir tomando despacito, frío y con su rodaja de limón, a la salud de todos ustedes. (Gracias, amiga.)


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Los libritos de cocina de El País son chulos. (No me caben en casa, así que, después del de Japón de hoy, no compraré ninguno más. Pero son chulos, desde aquí lo digo.)

jueves, 17 de febrero de 2005

regalos...


Espectacular imagen del gran Carlos Puerta... Posted by Hello



Hoy, sólo éramos dos en clase: he tenido que recurrir a las neuronas de guardia que, a esas horas, suelen estar en standby...

Luego, paseo entre libros. Se ha distribuido ya El manuscrito de Calderón, novela de José Calvo Poyato. El género histórico no es de los que me atraen... pero el libro cuenta con la mirada gráfica de Carlos Puerta, creador de la imagen de Alatriste y futura estrella del mercado franco-belga: una portada de impacto (que reproduzco aquí arriba) y un puñado de ilustraciones con sabor de época en el interior.

Edita Plaza y Janés. (Otro día les cuento del amigo Carlos... hoy ando falto de sueño y me va haciendo falta una buena ración de almohada.)

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Los géneros...

En realidad, ni el histórico ni el policial (aunque cosas puntuales, como Eco o Chandler o Simenon, cómo no), pero tampoco la aventura (y sin embargo, leí con verdadero placer el Scaramouche de Sabatini), el terror, la fantasía. (Soy oficialmente alérgico a no sé qué polen, a los elfos y a la demagogia.)

El único que me atrae por sí mismo es la Ciencia Ficción... (Pero reconozco una fuerte querencia gótica... o de un cierto tipo de gótico. Y Machen, claro. Lovecraft. Incluso Howard, a ratos... pero sólo a ratos.)

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He encontrado MASH, edición con dos discos, razonablemente barata.


Y, volviendo al paseo de papel, he visto que ha salido ya en bolsillo El ascenso de Endymion. Dan Simmons. (Junto con Endymion, cerca de 1800 páginas que están aquí al lado, en la torre de pendientes...)

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El fin de semana va a ser de órdago, entre unas cosas y otras...

miércoles, 16 de febrero de 2005

sol y frío


Una cubierta con cierto aire como de otro tiempo... Posted by Hello


Recibo esto en el correo. Ya habló del libro el señor Pons no hace mucho... No puedo contar más: hojeado hace unos días en una librería, tuve una sensación de ya visto cien veces que, sin ser desagradable, no me impulsó a la compra...


Más. Ayer, curioseando (para matar el tiempo, entre la clase de inglés y el trabajo), comprobé que éstá ya en las librerías la última novela de Eco. (La compraré y la leeré... pero no les puedo decir cuándo, claro... Aún no.) Ya saben, una en la que hay ilustraciones, imágenes de viejos tebeos, sellos, carteles... que tienen peso en el desarrollo de la trama.

También vi que hay un Kawabata nuevo: Las grullas. (No les aseguro que no haya metido la pata con el título... Lo comprobaré.)

Tantas cosas por leer, tan poco tiempo para hacerlo... Agh...



De la reunión no les voy a decir nada. Tensiones, roces personales, alguna insensatez verbal: malos rollos en abundancia. (Debacle en la trastienda...) En cualquier caso, en lo que al Convenio y demás respecta... me temo que bajamos ya la pendiente; sin frenos. Y sin posibilidad de parar.

El abismo está detrás de la próxima curva. Cosa de días, probablemente.



¿Más cosas? Bueno... no están los ánimos para mucho más... (En general.) Además... tengo unos textillos por entregar que...

martes, 15 de febrero de 2005

buenos días...

Madrugar...

Hay un gráfico refrán anglosajón (muy apreciado por el gran Calvin y su no menos grande compañero Hobbes) sobre pájaros madrugadores y gusanos gordos...

Dejémoslo...

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Apenas si he pegado ojo. (Y no he sido el único: hay que joderse, con el estrés...) Parece que la cosa del trabajo me está tocando algo más que las narices, si me permiten la expresión...

Esta tarde, después de fichar la salida, toca reunión de sección sindical. Va a ser sonada: hoy toca abrir la caja de Pandora y ponerla boca abajo, para que salga hasta la última miasma...

(Como diría un personaje de Vázquez: ¡me van a oir!)

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Anoche, presentación del equipo de NY en CSI Miami. Espectacular. En Miami, la luz es dorada, los colores están saturados. En Las Vegas, abunda la toma nocturna y el neón. En NY, todo es azul y gris, la ciudad, el asfalto, es omnipresente, se hace casi más importante que los personajes, los deja en segundo término, figuras minúsculas perdidas en Babel...

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Salgo ya. Inglés.

A saber cómo estará el metro...

lunes, 14 de febrero de 2005

espías al sol...


Antes de El Corte Inglés, el día de los enamorados
fue el coto de Charlie Brown... Posted by Hello


Viento épico, esta noche. La mañana se levanta azul y soleada, sin embargo... Día de llevar gafas oscuras y el cuello del abrigo subido. (Espías al sol... Bonito título. ¿Una canción, una novela? No... una canción: de amor. Es un buen día para las canciones de amor... o de desamor, que suelen ser mejores. Día de vino rojo y bombones. El día ideal para releer, al azar, unas cuantas semanas de Peanuts; buscar las tiras en las que se hable de la chica pelirroja, inalcanzable. El día perfecto para volver a ver Desayuno con diamantes.)



(Paradoja: en casa, mientras tecleo esto, suenan Los Planetas. Tormentas eléctricas y murmullos descreídos...)



El País, acompañado hoy con el primer tomo de Fortunata y Jacinta. Bonita cubierta. Hojeo, con curiosidad: de repente, apetece abismarse en el mundo galdosiano. Buena prosa, vívida, sabrosa.


Uno de los arquitectos del edificio que ayer ardió en Madrid (espectáculo fascinante: el fuego, la desolación humeante, escombros calcinados elevándose, orgullosos, en el horizonte azul de la ciudad) era el padre de Martín Casariego, escritor que nos ha regalado páginas bellísimas y alguna lamentable incursión en lo sentimental más estomagante. Me gustó Y decirte alguna estupidez, por ejemplo te quiero... Y me gustaron algunas otras, juveniles o no.



Esta mañana se han pasado los bomberos por aquí.

No, no por mi salón. No por mi casa. Pero han estado en el bloque...

Ni idea. De ser esto una columna de Elvira Lindo, aprovecharía para hacer unos chistes de mangueras... Yo soy menos intelectual, ya saben: hablo, sobre todo, de tebeos.

Se han ido enseguida: falsa alarma, supongo.

(Sería más fácil si tuviera confianza con algún vecino para preguntarle qué carajo... pero me da pereza. Además, eso, se han largado en diez minutos. Algo que se habrá caído en el tejado, con el viento de esta noche y eso...)

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(Antes de cerrar, una aclaración: me encantan los chistes de mangueras de Elvira Lindo. Era broma. La leo cada domingo, y suele arrancarme un par de carcajadas por artículo... Sólo por eso, ya deberían darle más premios de los que le han dado.)

domingo, 13 de febrero de 2005

darle cuerda al mundo...


uno de mis autores de cabecera... Posted by Hello


Bueno, no fue exactamente el viernes, ni el sábado... pero aquí estoy otra vez para contarles de los malos rollos laborales, de lo último que ando leyendo ahora, del solecito que entra por la ventana, de la botella de vino que abrí anoche o de la música que ahora suena, mientras tecleo...


Por partes.

De trabajo, en realidad, poco puedo añadir. El ambiente se corta. Hay mucha decepción y rumores de todo tipo. El señor Director ha remitido una carta a todos los trabajadores en la que, sin ánimo intimidatorio (cito textualmente), nos advierte de lo que podemos perder si no entramos en razón. Es más que probable que la semana que mañana empieza sea la que vea cómo se resuelve la cosa...

La gente ya se está buscando abogados para ir, a continuación, a Magistratura.



Lecturas.

Acaba de publicarse la traducción inglesa de la última novela de Murakami Haruki (Umibe no Kafuka; es decir, Kafka on the shore). Este señor supuso, para mí, un auténtico descubrimiento. Su Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (Tusquets) me sorprendió, me enganchó, me enamoró, me fascinó... Desde que la leí, no he dejado de perseguir su obra, ya sea en español o en inglés. (Tusquets ha publicado, además, Sputnik, mi amor y Al sur de la frontera, al este del sol; Anagrama, La caza del carnero salvaje.) Sólo dos de sus libros me han decepcionado, aunque no creo que sea justo hablar de decepción... Más bien, no he encontrado en ellos lo que esperaba. Uno, Hard-boiled wonderland and the end of the world (reconozcámoslo: este hombre titula como nadie), una especie de fantasía con ribetes de fábula y de ficción científica, tuve que dejarlo a medio leer. (Es algo que a veces me ocurre: no conecto, me cuesta trabajo avanzar; a veces, basta que pasen unos meses para retomar la lectura y descubrir justo lo que estaba echando de menos... de modo que no adelantemos acontecimientos.) El otro, Underground: the Tokyo gas attack and the japanese psyche, es un reportaje en torno a las consecuencias que para el japonés medio y su relación con el mundo tuvo el ataque con gas sarín perpetrado hace ya tiempo por miembros de una célebre secta... Debo reconocer que, de nuevo, lo dejé por la mitad. Demasiadas entrevistas a testigos presenciales que venían a decir lo mismo... Un poco monótono.

Pero el resto de su obra... Ah, eso es otro tema.

Tanto, que merece una entrada menos miscelánea. Pronto. En cuanto que avance un poco más en la lectura de esta última novela...

En cualquier caso, no me cansaré nunca de recomendar los libros de este hombre. Háganme caso: busquen en sus librerías. Murakami.

No sabrán lo extraño que el mundo puede llegar a ser hasta que lo hayan visto a través de los ojos de sus personajes. Extraño y hermoso.

(Por ejemplo: en Kafka on the shore se narran las historias paralelas de un chaval que escapa de casa y de un anciano capaz de hablar con los gatos. Hablar: tener conversaciones, quiero decir. Conversaciones, por cierto, educadas como sólo se pueden tener con un gato japonés... No sé más, aún es pronto: tengo 450 páginas por delante. Ya les contaré.)



Sol, vino, música: domingo.

El cielo está azul.

Suena Marvin the album, de Frente!


Y tengo un montón de cosas pendientes...


Domingo, en fin.

viernes, 11 de febrero de 2005

My taylor is rich...

Por otra parte, y antes de que se me olvide, lo del inglés ha salido bien, gracias.

Quiero decir... thank you.

jueves, 10 de febrero de 2005

citando a los clásicos...

Ya lo dijo el Mayor Fatal, sí: la cosa se complica.

No les digo más. Mañana, si acaso...


Para despejarme la cabeza de malos rollos, he estado viendo Trainspotting. (La edición especial de dos discos anda por ahí muy barata.) Estimulante, energética, divertida... Seguramente es la mejor película de su director.



Mañana, ya les digo...

miércoles, 9 de febrero de 2005

más lecturas


La cubierta del libro es un detalle de la portada
de Jimmy Corrigan. Posted by Hello


Daniel Raeburn es un francotirador de la crítica anglosajona de Historieta. Escribe, diseña y edita una serie de monografías de diferentes formatos, aperiódicas, bajo el título común de The Imp. Se le ha prestado atención, últimamente, en determinadas publicaciones del medio, a raíz de este librito (cuya producción, compleja y... cara, para qué engañarnos, ha corrido a cargo de una editorial profesional).

El libro es impecable. De diseño limpio y lectura fácil, reúne un breve texto de análisis sobre la obra de Chris Ware y una abundante selección gráfica, profusamente comentada. Lo más destacable es, desde mi punto de vista, la particular visión de la Historieta que tiene Ware. Su visión del medio como lenguaje. Su insistencia en mirar hacia atrás para buscar lo novedoso, lo rompedor (Herriman, King, McCay, Sterrett). Para él, todo en la página es susceptible de ser leído; no mirado, sino leído. (Es importante la distinción.) Trata el dibujo como si fuera tipografía... y viceversa. Mezcla, elabora, reflexiona, descarta, reescribe. (En sus propias palabras, una historieta no se dibuja, en el sentido en que una ilustración se dibuja; una historieta se escribe, porque cada elemento impreso en la plancha es comunicante, se debe interpretar en sí mismo y como parte de un todo.)

En el pasado, en la obra de los pioneros, de los clásicos, el lenguaje estaba por inventar, cada autor desarrollaba el suyo. Alejado, además, del lenguaje cinematográfico, lineal, unidireccional... La manera de componer la plancha de Herriman, la manera en que divide el espacio (y el tiempo) Frank King, la manera de resolver las escenas mudas de Sterrett... En ellos, incluso ahora, todo es nuevo, fresco, lleno de posibilidades que, por alguna razón, nadie ha explorado.

Para él, la Historieta está más cerca de la música que de cualquier otro medio de expresión. Y, de la misma forma que una partitura cobra vida cuando se interpreta la pieza que contiene, una historieta cobra vida cuando se la lee.

Música y arquitectura. Viñetas: un mapa del tiempo.


El libro merece la pena. Si pueden, pídanlo a su librero de cabecera... (Mi edición es inglesa, de Laurence King Publishing. Ustedes pregunten, si acaso.)


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Mañana me contarán cómo me salió el examen de inglés.

Además, mañana veremos cómo evoluciona la cosa en el trabajo, después de un día (hoy) muy tenso, de gestos algo bruscos en ocasiones y mucha suspicacia.

Y mañana empezaré a leer (en el metro, no olviden: no puedo ponerme con Guerra y Paz...) otra cosa. Aún no lo tengo claro...


(Y, para no abandonar los clásicos, por así decir, una noticia me ha sorprendido hoy en El País: aparece una nueva traducción, completa, de La montaña mágica. Parece que la que funcionaba por aquí estaba bastante influenciada por anteriores traducciones francesas, amén de ligeramente recortada... Lo que me lleva a las recientes nuevas traducciones de Ulises, de Guerra y paz, precisamente, de En busca del tiempo perdido, de la obra de Kafka... No sé quién dijo que una traducción debería revisarse cada cierto tiempo. Y que las obras importantes, las inmortales, esas en las que todos pensamos cuando hablamos de clásicos, deberían traducirse constantemente... porque cada mirada, por nueva, por diferente, enriquecerá la lectura de la obra. Nosotros, por el momento, nos conformaremos con que vayan apareciendo estas... y confiemos en que no sean las últimas.)

martes, 8 de febrero de 2005

groargh!!

Psst!

No, nada... Unas líneas para contarles que hemos ganado. Por diez votos. Que es como decir por los pelos... (La única sombra que amarga un poco el subidón es que, con tan poca diferencia, igual se sienten por ahí arriba legitimados para, en lugar de meterse por el culo el Convenio, sentarse a una mesa y firmarlo como si nada... Pero, de momento, la sensación general es de alivio... y de a ver qué pasa ahora.)


Por lo demás, y después de escanear unas cosillas más para amenizar futuras entradas, tengo ahí al lado una pila de cosas por leer. Un pedido por hacer (vía Previews, ya saben). Un guión por escribir (el magno salto transpirenaico... que uno de estos días tendremos que acabar mis compinches y yo). Y unos textos por hacer (que vuelvo a llegar tarde, ay: como siempre).

Y... si acaso ya mañana les cuento más cosas... (Dejen el cava en frío y no se quiten los tangas todavía. A ver qué pasa... ya les iré teniendo al día.)




(Por cierto, para celebrarlo me he visto esta noche Delicatessen, la primera película de Jeunet y Caro. La recordaba mejor acabada, por así decir... pero sigue siendo una monstruosidad, un derroche de imaginación visual, de inventiva, de buen gusto... y de cine. Anda por ahí muy barata, en DVD...)

lunes, 7 de febrero de 2005

papeles... (cada día más y más...)

En efecto.

Demasiado papel. A veces entro en casa y, con mirada desapasionada, no sé si por puro cansancio, miro alrededor y casi se me hace un mundo resignarme, en fin, a apartar dos torres de libros para sentarme a cenar. Por poner un ejemplo. O andar quitando de encima del escáner (sí, sí, ya sé que no debo...) recortes, DVDs, carpetas, folios, más recortes, fotocopias... Todo para subir aquí la imagen de un libro, de una revista, de un tebeo que quiero compartir con ustedes... y que se unirá, una vez leído (o una vez decida que queda aún mucho para leerlo), al marasmo de papeles...


Más papeles, más libros... Tengo un nuevo Locus, tengo dos tomitos nuevos: Catwoman. Relentness y Sins Past (Spiderman, Straczynski), tengo un libro de entrevistas con Gaiman y sus diferentes colaboradores, tengo The best of the best. 20 years of The Year´s Best Science Fiction. Tengo... demasiadas cosas. (Por no hablar del escaso tiempo que me queda, cada día, para leerlas, o para verlas, o...)



(Tampoco vayan a preocuparse ahora... Este tipo de agobios repentinos me atacan cada poco. Pero se me pasa enseguida. Lo que no significa que no me decida, uno de estos días, a hacer un poco de limpieza por acá... que ya va sobrando papel...)


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Día, por lo demás, de lluvia.

Víspera en gris... A ver mañana.

domingo, 6 de febrero de 2005

¡llueve!


Una cubierta más que llamativa, estarán conmigo: inevitable,
hojear el librito... y llevárselo luego a casa, claro... Posted by Hello


Peter Carey es un escritor australiano afincado en los EEUU. Ganó el Booker Prize con una novela titulada Oscar and Lucinda. Tiene un puñado de títulos sorprendentes (alguno de ellos fue reseñado en Locus con un tono muy cercano al entusiasmo, si mi memoria no me engaña del todo).

En este librito que les enseño aquí arriba, escrito en primera persona, habla de su fascinación por la cultura pop japonesa, que además le sirvió de puente para mejorar la relación con su hijo, el clásico adolescente cerrado en sí mismo. Lo hace desde el respeto y la asunción de su propia ignorancia ante una cultura absolutamente ajena.

En las apenas 150 páginas de Wrong about Japan, Carey habla de manga y de anime, de otakus, de Mobile Suit Gundam y de La tumba de las luciérnagas, de Tanizaki, de teatro kabuki y de historia japonesa... En un estilo ligero, periodístico, ágil y muy divertido.

No juega a convencer de nada a nadie. No juega a gaijin con complejo de superioridad, ni se declara enamorado de todo lo nipón porque sí, sin más. Es testigo. Es extremadamente curioso. Reflexiona, plantea dudas, se pregunta cosas, se pierde sin remedio... y se estrella, siempre, con el gesto del japonés que le dice, comprensivo, que no, que no ha entendido nada...

La edición que tengo (una cucada, con ilustraciones y alguna fotografía) es de Faber and Faber. Inglesa. Y de 2005: calentita. (Pero me consta que hay ediciones yanqui y australiana...)

A mí me está gustando mucho. Justo hoy, en el metro, entre que iba y luego volvía del trabajo, he estado leyendo el relato que un superviviente de los bombardeos aliados le hace al autor. (El superviviente, amigo del escritor de La tumba de las luciérnagas, vivió los mismos bombardeos que se pueden ver en la película...) Aterrador.


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Y hoy llueve, sí. Por fin.

Toda la noche lloviendo.

Toda la tarde, ahora mismo, lloviendo.

Cuando volvía del trabajo, de camino a casa de mi madre (hoy tocaba comer allí...), incluso ha caído una granizada considerable.


(Y, como siempre que como con mi madre en domingo, la sobremesa la hemos pasado viendo, en Calle 13, un episodio de Colombo. Espectacular, como de costumbre. Hoy, además, pasaban después Manhunter, la adaptación que Michael Mann hiciera de Dragón Rojo, la primera novela en la que aparece el doctor Lecter, ya saben... No la había visto, y me ha parecido brillante. Mucho mejor que la versión reciente, post-Hannibal. A ver si estuviera por ahí, en DVD...)


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¿Les he contado ya que el mes promete ser tenso, intenso, complicado...?

La cosa empieza este martes, ya saben...


Les tendré informados.

sábado, 5 de febrero de 2005

más libros...


Cubierta de la novela. No es exactamente un prodigio de diseño... Posted by Hello


Había un guionista llamado Merle Miller que escribió que la gente en Hollywood siempre te está sobando, no porque les caigas bien, sino porque quieren ver lo tierno que estás antes de comerte vivo.

Es la primera frase de Muerte en Hollywood, una novela recién editada por B en su formato de bolsillo. El autor es Steven Bochco, creador de Canción triste de Hill Street o Policías de Nueva York, dos teleseries que son ya historia del medio.

Inevitablemente, no he dudado ni un momento: en cuanto que la he visto, la he comprado. Y aconsejo desde aquí su compra, sin haberla siquiera hojeado. (Cuando la lea, daré más noticias al respecto...)



Hablando de televisión, estoy terminando de ver (y disfrutar) la tercera temporada de Urgencias.

¿Qué quieren que les diga? No se puede estar más enganchado...



Noticias del trabajo: el ambiente se enrarece cada día más, hay tensiones, hay discusiones, la chispa salta a la mínima. El martes, referéndum para decidir sobre la firma del proyecto de Convenio Colectivo.

Necesito una antorcha.

viernes, 4 de febrero de 2005

menudas horas...

Interior noche.


Madrugón, esta mañana: no se hacen idea del sueño que tengo ahora... (Cosa de apagar esto y meterme en la cama. En cinco minutos...)


Aún no he podido escanear nada: mañana, si acaso... Y les cuento: alguna sorpresa más he encontrado hoy, rebuscando en una librería grande de la Gran Vía...


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He visto The village, la última película de Shyamalan. (El bosque, se llamó aquí.)

Hubo cierta polémica al respecto, en su momento. Por un lado, los que se sorprendieron al descubrir que no era de terror, como pareciera si uno se deja engañar por la primera hora de metraje. Por otro lado, los que señalan un cierto mensaje... conservador. (Reaccionario, incluso...)

A mí me ha gustado.

O eso creo, ahora mismo...

(Una música fascinante, por cierto...)

Me ha parecido detectar un cierto abandono de los estilemas más característicos del director. Como el inicio de un cambio.

Hay como una ligereza que se echa de menos en títulos anteriores. Una ligereza falsa. De cuento de hadas impostado.


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Buenas noches.

miércoles, 2 de febrero de 2005

febrero

Listas.

El señor Pons ha colgado ya en su Cárcel la lista con las votaciones de sus Premios Anuales... (Humildemente, gracias al puñadito de amigos que se acordaron de mí... je...)



Cierres.

Parece que Trama... Una decisión, creo yo, un poco rara. Por precipitada e inesperada.

A no ser que estén planeando su pase al PVP, como se rumorea por ahí... En cuyo caso, el cierre repentino me sigue pareciendo... inadecuado. (Por descortés.)


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Les hablaba el otro día de algunas compras... En efecto, en casa tengo ya, también, el libro de Glénat sobre Bruguera. (Un trabajo notable de Tino Reguera.) Y el tomo de El Jueves dedicado a Ventura y Nieto, una recopilación dispersa, un poco caótica, de material inesperado.

En mi afán por acumular escritores y productos raros, encontré ayer una cosa llamada Wrong about Japan, de Peter Carey; les contaré muy pronto, pero el librito promete.

Me traje a casa, además, el McSweeny´s Mammoth Treasury of Thrilling Tales, experimento a cargo de Michael Chabon y un heterogéneo puñado de escritores, del que también les contaré algunas cosas un día de estos (en cuanto que tenga tiempo de escanear la cubierta y eso...).

En un arrebato inesperado, rescaté de la habitación del pánico una novela de Anne Tyler, Casi un santo, que llevaba ahí unos años, en espera de ser leída. (El turista accidental me encantó...)

Encontré, también, el libro sobre Chris Ware de Daniel Raeburn. Una cucada de la que (sí, lo han adivinado) les hablaré en breve...



Y hay por ahí un par de cosas que aún quiero acumular, antes de enfrentarme a un mes que promete ser... tenso; e intenso. En muchos sentidos.


(En cuanto a músicas, Jabalina ha editado un CD nuevo de Souvenir: Présage de l´hiver. Cuatro canciones... adelanto de un próximo LP. Pura seda.)


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Y mañana... examen de inglés.

(A mis años, uno debería estar exento de estas cosas...)


En fin...