miércoles, 9 de febrero de 2005

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La cubierta del libro es un detalle de la portada
de Jimmy Corrigan. Posted by Hello


Daniel Raeburn es un francotirador de la crítica anglosajona de Historieta. Escribe, diseña y edita una serie de monografías de diferentes formatos, aperiódicas, bajo el título común de The Imp. Se le ha prestado atención, últimamente, en determinadas publicaciones del medio, a raíz de este librito (cuya producción, compleja y... cara, para qué engañarnos, ha corrido a cargo de una editorial profesional).

El libro es impecable. De diseño limpio y lectura fácil, reúne un breve texto de análisis sobre la obra de Chris Ware y una abundante selección gráfica, profusamente comentada. Lo más destacable es, desde mi punto de vista, la particular visión de la Historieta que tiene Ware. Su visión del medio como lenguaje. Su insistencia en mirar hacia atrás para buscar lo novedoso, lo rompedor (Herriman, King, McCay, Sterrett). Para él, todo en la página es susceptible de ser leído; no mirado, sino leído. (Es importante la distinción.) Trata el dibujo como si fuera tipografía... y viceversa. Mezcla, elabora, reflexiona, descarta, reescribe. (En sus propias palabras, una historieta no se dibuja, en el sentido en que una ilustración se dibuja; una historieta se escribe, porque cada elemento impreso en la plancha es comunicante, se debe interpretar en sí mismo y como parte de un todo.)

En el pasado, en la obra de los pioneros, de los clásicos, el lenguaje estaba por inventar, cada autor desarrollaba el suyo. Alejado, además, del lenguaje cinematográfico, lineal, unidireccional... La manera de componer la plancha de Herriman, la manera en que divide el espacio (y el tiempo) Frank King, la manera de resolver las escenas mudas de Sterrett... En ellos, incluso ahora, todo es nuevo, fresco, lleno de posibilidades que, por alguna razón, nadie ha explorado.

Para él, la Historieta está más cerca de la música que de cualquier otro medio de expresión. Y, de la misma forma que una partitura cobra vida cuando se interpreta la pieza que contiene, una historieta cobra vida cuando se la lee.

Música y arquitectura. Viñetas: un mapa del tiempo.


El libro merece la pena. Si pueden, pídanlo a su librero de cabecera... (Mi edición es inglesa, de Laurence King Publishing. Ustedes pregunten, si acaso.)


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Mañana me contarán cómo me salió el examen de inglés.

Además, mañana veremos cómo evoluciona la cosa en el trabajo, después de un día (hoy) muy tenso, de gestos algo bruscos en ocasiones y mucha suspicacia.

Y mañana empezaré a leer (en el metro, no olviden: no puedo ponerme con Guerra y Paz...) otra cosa. Aún no lo tengo claro...


(Y, para no abandonar los clásicos, por así decir, una noticia me ha sorprendido hoy en El País: aparece una nueva traducción, completa, de La montaña mágica. Parece que la que funcionaba por aquí estaba bastante influenciada por anteriores traducciones francesas, amén de ligeramente recortada... Lo que me lleva a las recientes nuevas traducciones de Ulises, de Guerra y paz, precisamente, de En busca del tiempo perdido, de la obra de Kafka... No sé quién dijo que una traducción debería revisarse cada cierto tiempo. Y que las obras importantes, las inmortales, esas en las que todos pensamos cuando hablamos de clásicos, deberían traducirse constantemente... porque cada mirada, por nueva, por diferente, enriquecerá la lectura de la obra. Nosotros, por el momento, nos conformaremos con que vayan apareciendo estas... y confiemos en que no sean las últimas.)