jueves, 31 de mayo de 2007

jueves

He leído un cuento premiado de Neil Gaiman, How to talk to girls at parties, que es cortito y está muy bien escrito y tiene un tono como de sueño a medio recordar y deja un muy buen sabor de boca.

Me queda un centenar de páginas para rematar el Vidas de santos de Rodrigo Fresán, que es tan torrencial y estimulante, tan hipnótica, como eran, como son, ya lo dije, me parece, La velocidad de las cosas y Jardines de Kensington.

Vi el otro día la reciente entrega de Heroes (¿18?), en la que Hiro recupera sus poderes y a su amigo y escudero, y en la que le vemos la cara, por fin, al Maestro De Marionetas, El Que Mueve Los Hilos, el Malo Malísimo.

Empecé a leer, esta mañana, Les marais du temps, la mirada de Frank Le Gall aplicada al mítico Spirou (y qué potente arranque tiene, por cierto...).

La semana sigue, el mes se termina y yo tengo reunión en cosa de media hora... Habría que ir saliendo de casa ya...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo que creía ser una lectora ávida...
Lo que no puedo, casi nunca, es tenr varias lecturas abiertas: una primero, otra después y otra más y otra y :-)

Besitos

FHNavarro dijo...

Ja ja ja, ¿¿está seguro que vio al que mueve los hilos?? No se crea nada Sr. naranjo, o sí, ¿Quíen sabe?

Un saludo

fcnaranjo dijo...

No me haga usted dudar, amigo Cachalote... (¿O sí? Es otro aliciente de la serie, el comprobar que se nos olvida la prudencia a la hora de dejarnos engañar...)


Mar: ah, pues yo no, yo tengo siempre tres o cuatro libros a medias. (A veces, tan a medias que en fin... pero eso es otra historia.) Y me gusta. Y no me importa dejar algo a la mitad porque otra cosa me apetece de repente... (Eso sí: cada uno, su ritmo y su estrategia, que a cada uno le funciona y así tiene que ser...)