Al sol es que no se puede estar, que cae como plomo fundido. Un asco. A la sombrita sí, a la sombra corre un aire razonablemente fresco que ayuda mucho a respirar y se lleva algún que otro mal humor acera abajo.
Pero con airecito o sin él, con sombra o con sol, el caso es que hay como una pereza irresistible en el ambiente, ¿no? Ganas de hacer poco o nada. Dolce far niente, que cantaban hace muchos años...
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