Por un lado, todo el mundo insiste en sorprenderse de que la gente, cara a cara con sus políticos (o con los políticos de los demás), demuestre sensatez y hasta que vayan con los deberes hechos y preguntas que, hombre, tampoco son nada del otro mundo, pero no son las bobadas que parece que se esperan...
Esto no parece que hable muy bien de quien demuestra sorpresa, ¿no?
Esto no parece que hable muy bien de quien demuestra sorpresa, ¿no?
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