Esta tarde me he acercado a la FNAC para ver la presentación de Arrugas y escuchar a Paco Roca, y para ver su exposición (limpita y didáctica, por cierto: un gusto). Como soy así y tengo la cabeza como la tengo, pensé que era a las seis, pero no: ha sido a las siete. Así que me he ido, compuesto y un poco aturullado, porque a las siete y media se presentaba Fueye en el Espacio Sinsentido...
A la charla con Jorge González sí he llegado (iba con tiempo y menos mal, que me he despistado por esas calles y he dado un poco de vuelta). Por allí andaban Juan Berrio y el amigo Valentín Vañó, además de los que han acompañado en la mesa a Jorge: Ángela Vallvey, Jesús Moreno y Álvaro Pons. La presentación ha sido relajada, como suelen serlo en ese local. González ha hablado bien, distendido. Es un tipo amable, cercano y con sentido del humor. Ha sido interesante lo que ha contado, cómo se enfrentaba cada día al trabajo en Fueye como si fuera el primer día, cómo ha partido de un guión muy a medio armar, flexible, y cómo ha ido modificándolo sobre la marcha a cada cosa que leía, a cada cosa que escuchaba o le ocurría. Los demás también han estado en su sitio, ajustados y con ese punto de entusiasmo que sería educado en depende qué casos, pero que a la hora de hablar de este libro se convierte en obligatorio y, aún más, incluso inevitable. (Sí me ha sorprendido un poco que haya sido Ángela quien haya planteado dudas en torno al mercado, precisamente ella, la que está lejos de él. Curioso.)
Por lo demás, lo dicho: un rato agradable en buena compañía. Y ahora, recién llegado... la cena. Con vino.
(Por cierto: he visto que está ya a la venta el nuevo Luis Durán. De mañana no pasa.)
2 comentarios:
Gracias por venir. Un abrazo, Jorge.
¡De nada!
:-)
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