lunes, 7 de septiembre de 2009

barricadas


A propósito de los "disturbios" en Pozuelo, los coches de policía quemados, las calles tomadas, el asalto a la comisaría, los ladrillazos y botellazos, la batalla campal, la respuesta contundente de la policía... imagino que mucha gente se asombrará, buscará explicaciones, señalará responsables... (el alcalde, sin ir más lejos, que, como siempre en estos casos, echa la culpa a gente de fuera, grupúsculos de incontrolados, una minoría de otros pueblos... lo de siempre, vaya).

Yo, me van a disculpar, no me sorprendo ya de casi nada. Porque sus padres, los de los energúmenos, han estado campando a sus anchas en el sitio donde trabajo durante estos últimos meses. En particular, en una célebre exposición de la que ya no hay entradas a la venta. Teniendo en cuenta la falta de civismo y respeto que han demostrado muchos (no digo todos, ojo, pero sí muchos: los que más vocean, claro, son los que llaman la atención) de los que la han visitado hasta el sábado mismo, que fue el último día que se me vio el pelo por allí, no me sorprende que sus retoños sean unos salvajes.

(Igual es que en muchos ciudadanos se ha instalado la convicción de que hay que reivindicar, a voces si es necesario, a empujones y a mala hostia, su derecho inalienable a hacer lo que les sale de los cojones, por encima de todo y de todos, y cuando alguien les señala un límite, por simbólico que sea, les sale de dentro el kaleborrokismo más cerril. Abanderado, eso sí, bajo el lema de "sus derechos"... sean cuales sean: porque no son los mismos que yo considero míos y, claro, de todos...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por eso lo de la asignatura de ciudadanía... igual arregla algo... para un futuro (que no sé si vendrá).

Aquí, en el nuestro Madriz, en la Facultad de Bellas Artes apenas se ven los muros de los edificios; y desde hace tiempo.

Octavio B. (señor punch) dijo...

padres energúmenos, o simplemente disolución del núcleo familiar: en casa nada se habla ya (salvo del fútbol) de modo que los chavales carecen de verdadera educación para la ciudadanía (la que se mama en casa, la que ve en el padre y la madre, la que genera la conversación, la comida juntos, la salida al campo... cosas que antes se hacían, no sé si aún)

Por otro lado, los adolescentes son lo que son. Sin más poso que lo que chupan en Sálvame/La noria etc, difícilmente filtrarán nada positivo (yo a mis veinte también salí, me encebollé, me divertí, desfasé... pero igualmente me interesé en la política, organicé sesiones de vhs con los colegas -y posterior charla con cafecito- o considerábamos una tarde de primavera tirados a la bartola de un parque como tiempo muy bien amortizado). no todo es abrevar (y que ello conduzca al desastre... que menda borracho sí, pero peleas, cero)