mientras llueve y no llueve

Por la ventana abierta se cuela el ruido del tráfico. Como siempre que llueve, las calles se saturan de coches y no hay quien avance un metro sin tener que volver a frenar y todo es un festival del claxon y el estrés. (No llueve ahora, pero el aire huele a humedad y el cielo está gris...)




Trasteando, descubro un par de entradas en LPC (visita obligada, ya saben)de las que merecen reflexión. Una, que habla de hasta qué punto la falta de dinero público compromete la investigación científica. La otra enlaza una colección de fotografías estremecedoras que muestran el contenido de los estómagos de los polluelos de albatros muertos en un remoto santuario marino: plásticos y desechos.