El señor que decía que la arruga es bella y dijo luego que había que llevarse las plantas de producción a otros países donde los trabajadores cobraran menos y tuvieran jornadas más largas, ha venido a decir que la solución a la crisis está en el despido libre, y que los curritos aquí son (somos), mayormente, unos vagos. Con toda su cara de ajo. Dura y arrugada. Que hay que ser hijo de puta para decir estas cosas sin pestañear.
(Se puede decir hijo de puta, ¿no? Que ya lo dice todo el mundo...)
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