Se decía, para rechazar la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que lo que hace falta es más educación sexual. Y es verdad que hace mucha falta. Lo que pasa es que, claro... cuando se intenta poner en marcha pasa lo que pasa...
Es decir: hipocresía y embustes y demagogia. El pan nuestro de cada día (si me disculpan la ironía).
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