breviario al calor del telediario

Ajá, bueno, otro día que pasa. Por la ventana se cuela el fresco ahora mismo... un gusto, vamos.

Esta mañana he ido a conspirar un poco, pero tampoco ha ido a más: éramos más bien pocos y no se ha dicho nada que no estuviera dicho ya. Que eso, que a ver si empezamos la temporada ya, que la primera reunión de Comité va a ser de las de llevar la navaja en la liga... y la Derringer tobillera.

Y estos días he estado viendo alguna cosilla: el Frágiles de Balagueró (a mí me gustan las películas de este hombre, qué quieren), excelente de actuaciones y atmósfera y, como siempre, flojita de resolución de guión; Tan muertos como yo: la vida después de la muerte, una suerte de coda cinematográfica (directa al DVD) para una serie de televisión que me gustó mucho, con sus más y sus menos... una coda que abusa de lo sentimental y se queda muy corta, pero que se ve bien y no defrauda tanto como la primera media hora hace temer.

Ya de lecturas les cuento otro día, que tengo un par de cosas pendientes aún a las que tengo ganas de hincar el diente. Disfruten del frescor nocturno...