viernes, 19 de agosto de 2011

pintan bastos

Cautivo y desarmado, el pueblo de Madriz ha sido entregado al capricho de viejos poderes fácticos: la iglesia más arrogante y la chulería policial, propia de otros tiempos. Mientras tanto, nuestros dirigentes sonríen beatíficamente y qué bonito es todo. Y uno se siente en un escenario de opereta rancia...avergonzado.

No hay comentarios: