lunes, 11 de septiembre de 2006

11

Es inevitable, a uno le sale de natural mencionar la fecha y acordarse. Sobre todo si se han visto periódicos y televisiones estos días últimos. Y uno duda si contar qué hacía y dónde hace cinco años y a esas horas: en casa, mirando las imágenes que invadían todas las cadenas con asombro, incredulidad y horror. Y uno duda, también, si buscar alguna fotografía, algún dibujo enlutado.

El mundo cambió ese día, eso no puede dudarse. Y cambió a peor.

El mundo, pese a lo que digan algunos ideólogos, es menos seguro hoy. Y da mucho más miedo.


Ante tanta duda, en fin, y para cambiar de tercio y de tono, me permito recomendarles que echen un ojo a este libro que editó Valdemar no hace mucho y del que les comenté que estaba en casa a la espera de ser degustado. Merece la pena. Por lo que se dice en él y por cómo se dice. Y conste que nunca fui seguidor de su autor, que cuenta, eso sí, con todo mi respeto y hasta mi admiración...




Ya luego les cuento más...

2 comentarios:

maria josé dijo...

Triste fecha, 11.
Pero hoy he vuelto y traigo los ojos llenos de azul.
Hola.

fcnaranjo dijo...

¡Hola!
Bienvenida.

:)