Lo he dicho otras veces: no hay quien pueda abarcar la obra toda de Sfar... Al menos, yo no conozco a nadie que se atreva a afirmarlo. Es un tipo inagotable, multicapaz y efervescente. Su propia obra lo es: efervescente, digo. (Y multialgo, también...)
Leí anoche la primera entrega de Las olivas negras, con imágenes de Guibert. Acaba de editarlo aquí Kraken.
He leído esta mañana el primer álbum de El gato del Rabino (recibí una compilación de los tres primeros en inglés; luego me pondré al día con los de Norma...).
Y ambos los he disfrutado. Mucho. Lectura fluida, sorprendente y fresca.
Entraré en detalles en breve, pero les dejo aquí el aviso: lean a Sfar, no se arrepentirán.
4 comentarios:
A este Sfar le tengo muchas ganas. Anunció próxima entrada al respecto. Hay otros que no me atraen tanto. Je, luego intercambiamos impresiones.
SFAR SFAR SFAR SFAR
yo creo que es un mago, juega sin trucos y te asombra como si tu alma no tubiera mácula
alma de lector digo....me gusta pq impide que salga esa vocecita interior de "me aburro" " uff tendrá final sorpresa" "ahá otra vez referencia lo que sea"
Sí, sí... Por ahí va lo suyo: contar las cosas sin trampa ni cartón, que se decía antes; entretenerse únicamenvte en el placer de narrar.
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