domingo, 9 de diciembre de 2007
soap
Sorprendente. Y refrescante.
He leído el primer tomo de On stage y aún no salgo de mi asombro. Por la fluidez de la narración, por la fácilmente que engancha. Por el dominio del oficio que demuestra Leonard Starr: cortes de guión milimétricos, suspense, administración de tiempos... y de su capacidad plástica, para qué hablar.
Un hallazgo, sin duda. Una de esas joyas ocultas de la que todos sabíamos algo, pero que desdeñábamos un poco debido a su temática (puro folletín de corte romántico: culebrón, se llama hoy).
En un par de días empezaré a leer el segundo tomo y ya después les cuento más despacio...
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1 comentario:
Me sorprendió el tono adulto de las historias: ese enfrentamiento padre-hijo actores, el músico alcohólico, el acoso sexual del actor viejo a la novata...
No, no es un tebeo "de niñas".
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