jueves, 27 de marzo de 2008

hambre


Amélie Nothomb escribe bien, lo he dicho ya más de una vez. Sus libros (los que le he leído) se devoran con prisa y a veces se atragantan un poco, al borde de lo inverosímil. Juega mucho con lo autobiográfico y con lo simbólico, y a menudo los intercambia, y hace malabares. Propone imágenes muy potentes, y habla también de emociones como quien habla de postres o de canciones antiguas, pero el artefacto funciona bien, se enganchan a la piel, arrastran.

Amélie Nothomb juega a ser personaje ella misma, y suele aparecer en las cubiertas de sus libros (no sé si por decisión propia o de marketing editorial... pero tanto da: el resultado es el que es), pálida y con ojos ardientes, distante, un poco demasiado juvenil a veces. Y, al contrario que en casos similares de canibalización de la imagen, no importa y casi se agradece, proporciona un anzuelo y un guiño.

De Amélie Nothomb no hay muchos libros publicados en español, pero algunos están en edición de bolsillo. Se leen deprisa y provocan, alguna vez, un algo de taquicardia. Por ejemplo, esta Biografía del hambre que me ha acompañado en el metro estos días y que es biografía de su hambre, emocional y literal, entre la Metafísica de los tubos (que contaba su niñez japonesa) hasta Estupor y temblores (que transcurre en Japón al poco tiempo).

Me gusta lo que he leído suyo, y seguiré leyendo sus libros de cuando en cuando.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mí el Estupor y Temblores me tocó leerlo en francés. Y, tan pronto comprendes que el libro va a consistir en una sucesión de cagadas en la bajada a los infiernos del mobbing a la japonesa, esto es, prontísimo, la lectura pierde bastante interés. Y ya solo remonta el vuelo hacia el final.

Eso sí, los diálogos Fumiko-Amelie son verdaderos diálogos oriente-occidente. Y, además de ser lo mejor del libro, son muy esclarecedoresde las diferencias de mentalidad.

Un Aller Simple de Didier Van Cauwelaer, muchísimo mejor. Todavía no tiene edición española, creo.