Señores, aniversario de los de peso. Olviden tontadas y espectáculos grotescos. Regresen a la jungla, a los tambores, el mono gigante...
Recuerdo haber visto la película de muy pequeño, a escondidas desde el pasillo, de noche... y recuerdo haber tenido pesadillas. Recuerdo haberla recuperado después, ya con pelo en el pecho, y recuerdo el impacto de ese redescubrimiento, la belleza de esas imágenes llenas de ingenuidad, de ternura y de horror.
Recuerdo haber visto la película de muy pequeño, a escondidas desde el pasillo, de noche... y recuerdo haber tenido pesadillas. Recuerdo haberla recuperado después, ya con pelo en el pecho, y recuerdo el impacto de ese redescubrimiento, la belleza de esas imágenes llenas de ingenuidad, de ternura y de horror.
Kong, el rey Kong. Pocas cosas tan hermosas, tan deslumbrantes. (A la altura de ese primer Frankenstein de Whale, ¿se acuerdan? Oro puro.)
1 comentario:
¿somos la generación de películas en el pasillo? yo también lo hacía jejeje
Publicar un comentario