(Actualización: además, tuvieron en contra al tipo de la mesa de mezclas, que consiguió acoplarlo todo en más de una ocasión y les bajaba el micrófono cada dos por tres son seis... Por contra, los Cooper sonaron como un cañón; son una máquina. Con todo, la sorpresa de la noche fue encontrarse con el gran M Tabuenca, que, como buen sibarita, había acudido para ver a Cola Jet Set. Y comprobar que sí, todavía se llevan las camisetas de rayas.)
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