Vistos todos los episodios de la segunda temporada de La teoría del Big Bang, me reafirmo en lo que ya he dicho más de una vez: LA serie. (Y Sheldon es, en cada entrega, más y más alienígena...) Impagable ese final en el Polo Norte, justo después del momento romántico... y no digo más.
La primera entrega de Pluto (Urasawa, ya saben, el titán del manga contemporáneo) cumple todas las expectativas: adictivo, intrigante, resuelto con pulso y con un buen montón de posibles subtramas que desarrollar (o dejar ahí, en vía muerta, según convenga o no).
Endurance, que leo en el tren de camino al trabajo, como una buena novela de aventuras, me está gustando mucho. Un buen trabajo, de aliento clásico, emocionante.
Del tiempo no hablamos, que el verano es que está ahí mismo... pero ya, ¿eh? En cuanto que nos descuidemos.
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